Meta está reajustando gradualmente su esquema de prioridades. Como posiblemente recuerdes, la compañía de redes sociales cambió de nombre en 2021 para reflejar su fuerte compromiso con el metaverso, su proyecto más grande y ambicioso. En ese momento, Mark Zuckerberg parecía convencido de que el futuro de las conexiones sociales digitales pasaría por mundos inmersivos de realidad virtual.
Producto de aquel entusiasmo inicial, Meta empezó una intensa campaña que tenía como fin exhibir las bondades del metaverso. Además de entrevistas con medios de comunicación donde se mostraba la idea, el plan incluía contarles a los anunciantes las ventajas comerciales que tendrían en este nuevo producto de modo que pudieran ir forjando su influencia desde la plataforma actual Horizon Words.
¿Se está alejando Meta del metaverso?
Ahora, según The Information, la compañía ha dejado de nombrar al metaverso en las reuniones con las marcas que contratan publicidad en sus plataformas. En su lugar está dedicado cada minuto del valioso tiempo de los anunciantes para presentar mejoras en otros de sus productos, como Reels, los vídeos al estilo de TikTok que poco a poco han ido inundando el feed de Instagram y desplazando las fotografías.
La compañía matriz de Facebook también está presentando mejoras en su plataforma de anuncios. En las reuniones con las marcas también se presenta Advantage+, un sistema de inteligencia artificial que tiene como finalidad mejorar la entrega de anuncios dirigidos en la diferentes redes sociales del conglomerado impulsado por algoritmos, así como nuevas herramientas generativas para la creación de campañas.
El metaverso, recordemos, se ha convertido en una máquina de quemar dinero. Reality Labs, la división encargada de hacer realidad este mundo soñado de realidad virtual, ha pedido más de 13.700 millones de dólares desde que fue anunciado el proyecto. Y, por si eso fuera poco, dentro de la propia compañía admiten que no será rentable en el corto plazo y que el ecosistema todavía necesita años de desarrollo.
La llegada de las Meta Quest Pro ha sido un paso muy importante. Se tratan de las gafas de realidad virtual con la que los desarrolladores podrán empezar a sumergirse en el metaverso y, literalmente, construir sus posibilidades. Sin embargo, como decimos, es un producto que todavía no apunta al público general y tiene un precio de 1.799,99 euros que lo deja al alcance de unos pocos.
Ahora, mientas el concepto ideal de metaverso se encuentra en una fase muy primitiva (y sediento de millones de dólares para seguir creciendo), la compañía de redes sociales ve como el interés por su proyecto estrella parece desvanecerse frente a sus ojos. Este escenario, sumado a los desafíos económicos actuales, pueden haber sido elementales para que Zuckerberg declare el 2023 como el “Año de la Eficiencia”.
Meta ahora no solo está enfocada en obtener ganancias a corto plazo, sino que ha emprendido un drástico plan de ajuste que incluye más de 20.000 despidos, una elevada optimización y reducción de los gastos operativos. Así hemos visto como proyectos como los NFT en Facebook e Instagram llegaban recientemente a su fin. No sabemos cuál será el movimiento siguiente, pero en Meta se viven tiempos de cambios.