Hoy se cumple un año desde las trágicas inundaciones que golpearon la capital de la República Dominicana. Estas inundaciones se desencadenaron después de seis horas continuas de lluvias y tuvieron un impacto devastador, dejando nueve personas fallecidas y causando daños significativos en la ciudad. Los sectores más afectados fueron Los Prados, La Puya, Los Girasoles, Manoguayabo y otros barrios del Distrito Nacional.
Las pérdidas estimadas se calculan en alrededor de mil millones de pesos, principalmente debido a la gran cantidad de vehículos afectados, muchos de los cuales quedaron completamente sumergidos en el agua debido a los extensos charcos. Estas fuertes lluvias pusieron de manifiesto las deficiencias en el sistema de drenaje y alcantarillado de la capital, ya que la cantidad de lluvia caída en solo cuatro horas fue equivalente a la de un mes entero, lo que agravó aún más la situación.
Este trágico evento será recordado por el país, especialmente por los familiares de las víctimas mortales, y destaca la importancia de mejorar la infraestructura de drenaje y la planificación para hacer frente a las lluvias intensas en el futuro.