En nuestra cultura, por considerable tiempo se relegó la salud mental, elemento fundamental para afrontar las situaciones cotidianas.
Muchos de nuestros ancestros fueron infelices por bailar al son de lo que otros opinaran y quisieran, olvidándose de sí mismos.
Todavía hoy, muchas personas no comprenden quiénes son en realidad.
En el sistema de creencia cristiano, se reseña en Génesis 1:27 – «Y creó Dios al hombre a su imagen y semejanza». En otras culturas orientales estudian cómo tenemos la capacidad de crear y transformarnos.
Somos piedras en bruto que debemos seguir tallando para encontrarnos con nosotros mismos y comprender nuestro papel en la sociedad.
Una de las vías esenciales es la psicoeducación, por eso aplaudimos el notable crecimiento que ha tenido este sector y el trabajo tesonero que están desempeñando Codopsi, y distintos organismos afines a la formación profesional y jóvenes generaciones que están ocupándose de formarse profesionalmente y aportar al mejoramiento de todos.
En un abrir y cerrar de ojos nuestras vidas se transforman. Eventos imprevistos nos llevan a la incertidumbre. Regularmente no nos gusta esa sensación y queremos controlar lo incontrolable: el futuro, causando ansiedad o rumiar el pasado, resultando en depresión. Encuentra el profesional entrenado correctamente en tu necesidad.