Durante años, los jugadores han lanzado palabrotas, derramado lágrimas de rabia y maldecido a sus crueles dioses por todas y cada una de las papas fritas, fritanga u otros bocadillos salados perdidos trágicamente en las profundidades oscuras de un dormitorio o sala de estar en medio de episodios de juego extremo. Ahora, afortunadamente, McDonald’s, la marca que trajo al mundo los McStuffins y ese aterrador títere de guante de Ronald McDonald, ha llevado la mercancía de comida rápida a su conclusión lógica.
McDonald’s reveló su Gran Trono de Oro esta semana como parte de un sorteo relacionado con el lanzamiento de su nuevo sándwich de pollo McCrispy en el Reino Unido. El sándwich, por supuesto, parece repulsivo, pero el trono es todo lo contrario. La silla ergonómica y lujosa viene equipada con bandejas laterales dobles, una perfectamente ajustada para sostener una caja de papas fritas doradas grandes de McDonald’s y la otra que sirve como “zona de calor” de hamburguesas para mantener los sándwiches calientes y, se espera, libres de salmonella para la duración de la sesión de juego. El lado del soporte para papas fritas de la silla también tiene ranuras gemelas talladas para sostener un par de salsas para mojar. También se incluyen porta bebidas y servilleteros.
Uno podría preguntarse cómo alguien podría justificar degradar un trabajo artesanal tan elegante con un acto vulgar tan animal como comer comida rápida. Una vez más, McDonald’s tiene una solución. La silla para juegos McCrispy Ultimate viene con un tratamiento de cuero a prueba de manchas y una toalla sutilmente marcada, para que los jugadores puedan estar seguros de que sus tronos soportarán sesiones sudorosas y dedos grasientos. Una pequeña almohada negra unida al reposacabezas significa que la silla también podría funcionar como una cama para dormir en caso de apuro.
Los términos y condiciones del sorteo enumeran una sola silla de juego disponible para ganar. McDonald’s no proporcionó ningún detalle sobre quién diseñó y desarrolló la silla o si planeaban o no fabricar más en el futuro.