El hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo, Said Lobo, ha fallecido esta madrugada junto a otros tres jóvenes tras recibir varios disparos cuando salía de una discoteca en el noreste de la capital hondureña, Tegucigalpa.
Así lo ha confirmado el propio Porfirio Lobo, quien ha llamado a las autoridades del país para que «tomen cartas en el asunto» porque los asuntos de seguridad en la nación caribeña «se les está yendo de las manos». «Tienen que poner orden», ha dicho.
«Quienes lo mataron son gente entrenada, mataron a mi hijo y su conductor. «Los hijos duelen», ha expresado el expresidente, tal y como recoge el diario local ‘La Tribuna’.