Miles de personas se manifestaron frente a la embajada de Francia en Niamey, la capital de Níger, en apoyo a los militares golpistas que derrocaron al presidente electo Mohamed Bazoum. Los manifestantes expresaron su apoyo a los golpistas y gritaron consignas en contra de Francia, la antigua potencia colonial.
Durante la manifestación, algunos de los manifestantes intentaron ingresar a la embajada, mientras que otros arrancaron la placa de la embajada y la reemplazaron por banderas rusas y nigerinas. La protesta fue dispersada por gases lacrimógenos y algunos soldados intentaron calmar a los manifestantes.
El golpe militar fue llevado a cabo por el general Abdourahamane Tiani, jefe de la guardia presidencial, quien se autoproclamó como el nuevo dirigente del país. El golpe fue justificado por la «degradación de la situación de seguridad» en Níger, que ha estado enfrentando la violencia de grupos yihadistas.
El presidente derrocado, Mohamed Bazoum, lleva cuatro días retenido por los militares en el palacio presidencial. Francia, que tiene un contingente de 1.500 soldados en Níger, condenó el golpe de Estado y suspendió la cooperación en materia de seguridad y la ayuda financiera y al desarrollo a Níger. La Unión Europea también anunció la suspensión de la ayuda financiera al país.
Níger era uno de los últimos aliados de las potencias occidentales en la región del Sahel, que ha sido afectada por grupos yihadistas como el Estado Islámico y Al Qaeda. Después de los golpes de Estado en Malí en 2021 y Burkina Faso en 2022, la situación política en la región sigue siendo inestable y preocupante para la comunidad internacional.