El psiquiatra José Miguel Gómez, afirmó que más que una era de pobreza y hambruna, teme que exista una ola de pobreza espiritual en la sociedad, esto motivado en los comportamientos sociales que se observan a raíz del inicio de la desescalada anunciada por el Gobierno.
“Más que pobreza material y hambrunas, habrá más pobreza espiritual y ahí sí sería lamentable; la nueva pandemia que viene son los trastornos de salud mental”, reflexionó.
Respecto a las actitudes sociales evidenciadas en videos de distintas localidades del país y que distan del respeto al mantenimiento del distanciamiento social dispuesto por las autoridades gubernamentales, el galeno prevé la falta de existencia de un pensamiento reflexivo lo cual califica como preocupante.
“Vemos un ser humano más alienado al mercado y con menos susceptibilidad social; el hecho de que veamos una misma conducta pese a lo que ocurre, dice que hay más gente víctima de adicción al consumo; personas que están más reguladas y manipuladas conductualmente, sin que lo estén para reflexionar”, apuntó.
Gómez también se refirió a la consecuencia de una comunidad social donde impera el culto al “yo” y la realidad se distorsiona en medio de prácticas hedónicas, situación que entiende responsable de la falta de empatía y por consiguiente de las neuronas espejo, encargadas de regular la capacidad humana para identificarse en la realidad ajena.
“La automatización que impera con los esquemas de la vida de la gente, desencadenan una deshumanización colectiva; si el ser humano no modifica sus comportamientos hacia el cuidado, el apego, la administración de riesgos y la obediencia , entonces vamos a quedar más pobres que antes y el mercado sí sabe lo que tiene que hacer”, aseguró.
El galeno propone iniciar conversatorios, discusiones y talleres reflexivos en las distintas instituciones que poseen impacto social tales como colegios, universidades, medios de comunicación y el núcleo de la estructura social, la familia; entiende que sería una vía para incentivar los aprendizajes que promuevan la reestructuración positiva de la programación conductual de la sociedad dominicana.