Más de 300 muertos por las inundaciones en Afganistán


Más de 300 personas perdieron la vida en inundaciones repentinas en la provincia afgana de Baglán, según informó una agencia de la ONU. Las autoridades decretaron el estado de emergencia en todo el noreste del país. El Programa Mundial de Alimentos (PAM) confirmó la muerte de 311 personas y la destrucción de más de 2.000 viviendas, con otras 2.800 resultando dañadas.

Los servicios de emergencia iniciaron labores de rescate en Baglán, donde la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) había reportado previamente unas 200 muertes. Sin embargo, los informes sobre el número de víctimas variaban, con el Ministerio del Interior mencionando 131 muertes y más de un centenar de heridos.

Las inundaciones repentinas, desencadenadas por fuertes lluvias, también afectaron otras provincias, incluyendo Badajshán, Ghor y Herat. Las autoridades locales informaron de pérdidas humanas y daños materiales significativos.

El Ministerio de Defensa anunció operaciones de distribución de alimentos, medicamentos y kits de primeros auxilios, así como evacuaciones a hospitales a través del ejército del aire. Supervivientes se encontraban limpiando calles embarradas y edificios dañados, mientras se llevaban a cabo esfuerzos de rescate y asistencia.

Las inundaciones en Afganistán han sido atribuidas a las fuertes lluvias de esta primavera, que han afectado a varias provincias. Expertos señalan que Afganistán es especialmente vulnerable al cambio climático y sus efectos, con el país enfrentando desafíos significativos para hacer frente a las consecuencias de fenómenos meteorológicos extremos.