Santo Domingo – El escritor e historiador, Manuel Núñez, advirtió que la crisis haitiana pende como una bomba de tiempo para el turismo dominicano por las implicaciones que tendría desde el punto sanitario estar importando población desde el país más insalubre de toda la región, líder en enfermedades contagiosas.
Recordó que República Dominicana es un país cuyo ingreso máximo viene del turismo, con cuatro enclaves de atractivo internacional en el norte, en el nordeste con Las Terrenas, Samaná; en el Este, Bávaro-Bayahibe.Juan Dolio y otro en desarrollo como Bahía de Las Águilas-Barahona.
“En Haití reina un desorden mayúsculo e importar la inestabilidad haitiana puede acabar con el turismo dominicano, por lo que entiende que “tenemos que asumir una diplomacia responsable que le diga a la comunidad internacional que esto es una bomba de tiempo que hay que quitarle la espoleta porque nuestro país está en riesgo con este problema”.
Entrevistado en Propuesta de la Noche por RNN, canal 27, de lunes a viernes en horario de 7:00 a 8:00 de la noche, Núñez llamo la atención en torno a que la presencia haitiana es precisamente cada vez más numerosa en cada uno de esos enclaves lo que representa una amenaza sanitaria.
“No podemos tener una inmensa población haitiana como ocurre en la parte oriental, en Bávaro, que tiene los peores índices sanitarios del Continente; líderes en La Malaria, líderes en el Sida, en cólera, en hepatitis, líderes de todas las enfermedades que transmiten los mosquitos, animales, el agua, etc.”, recordó Núñez.
Destacó, además, que Haití “no tiene un sistema sanitario suficiente para hacerle frente a esos problemas de salud”. “Entonces, acotó, si nosotros importamos población del país más insalubre del Continente a los enclaves turísticos vamos a destruir la estabilidad del turismo”, sentenció.
El escritor, historiador y profesor universitario sugirió que las autoridades dominicanas deben proceder con inteligencia y tomar conciencia de que a República Dominicana “no le conviene importar mano de obra extranjera para crear inestabilidad entre nuestra propia población, impidiendo que los dominicanos tengan acceso a los mecanismos de supervivencia porque eso aumentaría la inseguridad, aumentaría los robos y los asaltos,
En este orden, observó que “todo lo que estamos viendo ahora mismo, esta descomposición que tenemos, está muy relacionada con la destrucción del empleo en República Dominicana”.
“No podemos hablar de delincuencia, de barrio seguro, sin pensar que todo eso es producto de una situación anterior que no se quiere reconocer, que es la destrucción de los mecanismos de supervivencia del pueblo dominicano que es el empleo”, recalcó.
En otro orden, apoyó la decisión del Presidente Luis Abinader de levantar una verja en la frontera, obra que estima como una necesidad para República Dominicana “para que no quede suspendida nuestra continuidad histórica como país”.
“Ese es un progreso con relación a todos los anteriores presidentes, algunos que creían que teníamos que construirles universidad a los haitianos o hospitales allí, que teníamos que asumir responsabilidades que no nos correspondían, Y pienso que la primera responsabilidad que tiene un presidente es con los dominicanos”, dijo.
Sin embargo, reconoció que la verja no representa una solución por sí sola al tema de la migración haitiana.
“No es suficiente, queremos más, queremos que haya una frontera laboral, porque no es posible que los mecanismos de supervivencia de los dominicanos se vean menguados, canibalizados, que sigan devorados por esta población; y lo mismo ocurre con los hospitales, lo mismo ocurre con todos los elementos que constituyen mecanismos de bienestar del pueblo dominicano y que están siendo sacrificados por esta invasión desbordada, esta mudanza completa del pueblo haitiano hacia la Republica Dominicana”, indicó Núñez.
Para Núñez, en Haití no existe un Estado: “El primer ministro que esta allí, el señor Henry, no puede hacer nada, él no manda en el territorio, no hay quien controle el espacio marítimo; los carteles de Colombia entran sin ningún problema para hacer allí el trafico de deroga, no hay quien controle el espacio aéreo, las naves igualmente… las naves del narco entran sin ningún problema, no hay quien controle el espacio terrestre, porque las banda son las que controlan. No hay Estado, el Estado es la violencia generalizada”, afirmó.
Núñez está de acuerdo que un fideicomiso asumido por la comunidad internacional parecería la única solución a la crisis haitiana, pero reconoció que “aún esa solución la comunidad internacional no la quiere porque nadie quiere responsabilidad con Haití”.
“La gente está un poco harta de Haití, razonó convencido, para agregar que “Haití solo llama la atención cuando hay una gran catástrofe, por ejemplo en el 2010, hubo el terremoto, 200 mil muertos, se hicieron donaciones, 11 mil millones de dólares, pidieron 25 mil millones, pero ese dinero se esfumo, se dilapidó, se volatilizo, ni siquiera se reconstruyó el palacio presidencial, eso se fue en sociólogo, en políticos, en ONG que son una especie de plagas que todos lo devoran y que viven de la miseria del pueblo haitiano”, afirmó el historiador dominicano”.
“El mundo que ya colaboró y no está dispuesto a dar dinero a un país sin fondo, que es un agujero negro”, en opinión del historiador dominicano.
Finalmente planteo, que la solución a la crisis haitiana implica la presencia de una fuerza exterior que pueda con la ayuda de los que están allí como gobierno convertirse en un polo de autoridad, pero para hacerlo “tiene que combatir a las bandas, vencerlas, doblegarlas e imponer la autoridad territorial”.