Los manifestantes que exigen la dimisión del presidente de Sri Lanka se negaban a dejar el palacio presidencial el domingo, luego de que la víspera irrumpieran en la residencia obligando al mandatario a huir y anunciar su renuncia esta semana.
«Nuestra lucha no ha concluido», dijo a la prensa el líder estudiantil Lahiru Weerasekara. «No abandonaremos hasta que se vaya de verdad», añadió.
Los manifestantes afirman que no se irán hasta que el presidente Gotabaya Rajapaksa salga del poder de forma efectiva.
Según el presidente del Parlamento, el mandatario «dijo que presentaría su renuncia el 13 de julio» para «garantizar una transición pacífica.
Los dramáticos acontecimientos del sábado fueron la culminación de una ola de protestas en esta isla, ubicada frente a la costa sur de India y sumida en una crisis económica y política sin precedentes, que los manifestantes atribuyen a la gestión del presidente.
Cientos de miles de personas se congregaron en la capital, Colombo, para exigir que Rajapaksa asuma su responsabilidad por la escasez de medicinas, comida y combustible que llevaron a un país relativamente próspero al caos.