Nicolás Maduro, quien asumió su tercer mandato el pasado 10 de enero tras una reelección cuestionada en julio, anunció que las iglesias del país participarán en la rehabilitación de los reclusos, llevando mensajes religiosos a los centros penitenciarios como parte de un plan de “redención y justicia”.
Durante un acto transmitido por VTV, Maduro, acompañado del ministro de Servicios Penitenciarios, Julio García, y representantes religiosos, firmó un acuerdo que permitirá a las iglesias involucrarse en el sistema carcelario nacional.
“Quiero que (el documento) sea adherido y firmado por todas las iglesias del país para que ustedes entren junto a nosotros a todo el sistema penitenciario del país a llevar el mensaje de nuestro señor Jesucristo, a construir el camino de la redención, de la justicia, del rescate humano. La verdadera justicia es la que permite al ser humano redimirse”, expresó el mandatario.
Sin embargo, la Constitución de Venezuela establece la libertad de religión y culto, garantizando que cada persona puede practicar su fe de manera pública o privada.
Maduro presentó esta medida como parte de una nueva fase de transformación del sistema penitenciario. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos denuncian el hacinamiento y las condiciones críticas en cárceles y calabozos policiales, donde, según el Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), se han reportado violaciones al derecho a la alimentación y la salud.