El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este martes una inversión de 30.000 millones de euros (casi 35.000 millones de dólares) para reindustrializar Francia a través de la transición ecológica y digital, que pasa también por desarrollar pequeños reactores nucleares.
A seis meses de las elecciones presidenciales, Macron dijo que su hoja de ruta a largo plazo, bautizada “Francia 2030″, asegurará la descarbonización a gran escala de la industria del país y repatriará sectores claves de la producción.
“La estrategia para 2030 debe conducirnos a invertir 30.000 millones de euros para responder” a lo que puede considerarse “una especie de déficit de crecimiento francés”, indicó Macron en la presentación del plan.
Al desgranar su plan, que sigue las prioridades de la Unión Europea (UE) para pasar página de la crisis económica provocada por el coronavirus, el mandatario lamentó que Francia “en ocasiones” ha tomado decisiones “15 o 20 años después que [sus] vecinos europeos”.
“Debemos aumentar la capacidad de la economía francesa para crecer a través de la innovación”, especialmente para “financiar nuestro modelo social”, agregó Macron, en un discurso ante empresarios y estudiantes en el Palacio del Elíseo con aires de precampaña electoral.
Una de las principales medidas será la inversión de 1.000 millones de euros en pequeños reactores nucleares, una energía ampliamente utilizada en Francia que no genera gases de efecto invernadero, pero que su uso para luchar contra el cambio climático divide a países y expertos.
Macron propuso centrar las inversiones en diez grandes ejes: energía nuclear; hidrógeno verde; descarbonización de la industria; vehículos eléctricos; aviones de baja contaminación; agroalimentación; sanidad, contenidos culturales y exploración espacial y submarina.
Pero advirtió que para lograr estos objetivos hacen falta cinco condiciones: garantizar el acceso a materias primas, reciclaje de materiales clave como litio o titanio, seguridad informática, asegurar el talento necesario y aumentar las inversiones en investigación de ruptura.
Los países de la UE se comprometieron a alcanzar la neutralidad carbono para 2050 y, en este sentido, el jefe de Estado francés quiere que Francia se convierta en “líder del hidrógeno verde” en 2030, que permita “descarbonizar la industria”.
Otro de los objetivos es “producir para 2030 casi 2 millones de vehículos eléctricos e híbridos”, subrayó Macron, para quien este objetivo es alcanzable si existe “una estrategia real de cooperación, especialmente entre [los] grandes fabricantes” franceses.
La agricultura también se ve afectada por este plan de innovación y de descarbonización, con 2.000 millones de inversiones, especialmente en el sector de la robótica. Francia debe “invertir en tres revoluciones (…): la digital, la robótica y la genética”, agregó.
Desde su llegada al poder en 2017, Emmanuel Macron siempre ha defendido una mayor autonomía europea a nivel industrial, frente a rivales como China, abogando incluso por medidas para proteger los conocimientos existentes y para impulsar la innovación.
Macron dijo que el plan dará un papel clave a las pequeñas ‘start-ups’ en la construcción del futuro industrial de Francia junto a los gigantes bien establecidos.
Recordando la escasez de mascarillas al inicio de la pandemia de COVID-19, Macron dijo que la crisis ha mostrado, por un lado, una vulnerabilidad real para todos y, por otro, lo crucial que es mantener la innovación y la producción industrial cerca de casa. “Debemos reconstruir el marco de la independencia productiva de Francia y de Europa”, dijo.
Francia se propone construir el primer avión con bajas emisiones de carbono de aquí a 2030, así como un gran número de vehículos eléctricos.
Los 30.000 millones de euros se suman a un plan de recuperación de 100.000 millones de euros anunciado el año pasado para ayudar a Francia a capear la pandemia de coronavirus, una gran parte del cual se destinó a promover políticas energéticas más respetuosas con el medio ambiente.