El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha expresado su deseo de «reaproximar» a Brasil con Cuba, y ha enviado a su asesor Celso Amorím a La Habana con una carta dirigida al dictador cubano, Miguel Díaz-Canel. La visita de Amorím a Cuba es vista como un intento de fortalecer las relaciones políticas entre ambas naciones.
Durante la reunión con Díaz-Canel, Amorím anunció que hay varias misiones planificadas para reforzar los lazos entre Brasil y Cuba, incluyendo una misión de empresarios, un grupo de especialistas del Ministerio de Salud y misiones técnicas en áreas como la investigación agropecuaria. El objetivo es establecer una relación ejemplar y amistosa que contribuya a la paz en la región, según Amorím.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba también destacó la voluntad de fortalecer las relaciones bilaterales y agradeció la solidaridad de Brasil con el pueblo cubano, así como su rechazo al bloqueo económico impuesto a Cuba.
Este acercamiento entre Brasil y Cuba no es el único en la región que ha buscado Lula desde su regreso a la presidencia. También ha buscado establecer una mayor comunicación con el régimen de Venezuela. En mayo de este año, el presidente brasileño recibió al dictador venezolano Nicolás Maduro en Brasilia, marcando un cambio significativo en la política exterior de Brasil hacia Venezuela. La gestión anterior, encabezada por Jair Bolsonaro, había prohibido la entrada de Maduro al país en consonancia con la condena internacional hacia el régimen chavista. Sin embargo, con la asunción de Lula, la relación entre Brasil y Venezuela ha experimentado un cambio drástico, incluso reabriendo la embajada brasileña en Caracas.