Los Golden State Warriors ganaron este martes a los Washington Wizards (112-123) en un partido marcado por el regreso de Chris Paul y el desacierto de Stephen Curry, visiblemente frustrado con un 4 de 16 en triples (25 %).
Los de San Francisco (30-27) llegaban a la capital federal tras perder su último partido contra los Denver Nuggets, los recientes campeones, por 103-119. Los Wizards (9-49), por su parte, extienden su peor racha de la temporada, que ya suma doce derrotas.
Lo sorprendente del partido fueron las estadísticas de Curry, que se fue al descanso sin anotar un solo punto y que terminó el partido con 18 pero con un 6 de 21 en tiros de campo (28,6 %) y el 4 de 16 en triples (25 %).
El mejor de los visitantes fue Klay Thompson con 25 puntos, mientras que para los Wizards destacó de nuevo Kyle Kuzma con 27 puntos y 12 rebotes (doble-doble).
Chris Paul volvió a las canchas después de lesionarse en la mano el 5 de enero y ser intervenido tres días después. Anotó 9 puntos con 3 triples de 5 intentos.
Por su parte, Jordan Poole se enfrentaba por segunda vez al equipo que lo eligió como su primera opción en el draft del 2019. Tuvo una actuación discreta con 12 puntos con 5 de 17 en tiros de campo (29,4 %).
El español Usman Garuba, que había jugado 1 minuto y 45 segundos ante los Nuggets, no fue convocado para el partido en la capital federal. El dominicano Lester Quiñones jugó el último minuto y 29 segundos del partido.
Con su victoria en Washington los Warriors suben a la novena posición del Oeste, consolidados en posiciones de ‘play-in’.
Curry se queda seco
El primer cuarto en el Capital One Arena vio el regreso de Chris Paul a la canchas tras casi dos meses apartado por una lesión y también a Jordan Poole enfrentándose a su exequipo por primera vez como local.
Paul, de hecho, llegó a San Francisco después de que este verano los Washington Wizards lo traspasaran a cambio de Poole.
Más allá de retornos y reencuentros, el cuarto fue dominado por unos Wizards que llegaron a ponerse con una máxima diferencia de +9 (25-16) antes de que los Golden State Warriors lograsen cerrar en 25-23.
Tras los primeros 8 minutos y 40 segundos de partido, Steve Kerr sentó a un frustrado Stephen Curry después de que su tercer intento de triple -todos fallados- ni siquiera tocase el aro, en lo que sería un presagio de una mala noche para el dos veces MVP de la NBA.
Al inicio del segundo cuarto, los Wizards volvieron a poner un +9 (33-24), pero los californianos con un parcial de 0-12 culminado con un triple de Paul se pusieron por primera vez en el partido por delante en el marcador.
Los Warriors aprovecharon su momento y también pusieron un +9 en el luminoso, pero los Wizards supieron reaccionar y acortaron la distancia antes de irse al descanso, hasta dejar un ajustado 58-60.
La primera mitad dejó la sorprendente estadística de un Curry que se fue a los vestuarios sin anotar, con un 0 de 7 en tiros de campo, seis de ellos triples. Primera vez desde 2019 que el de Ohio se quedaba en 0 al descanso.
Los Warriors deciden en el tercer cuarto
A la séptima fue la vencida para un Curry que anotó su primer triple nada más iniciar el segundo tiempo. El base de los Warriors terminaría el cuarto con 8 puntos tras un segundo triple y dos tiros libres.
Los Warriors se contagiaron de los puntos de Curry y fueron una apisonadora para unos Wizards desbordados, que veían otra vez como se les escapaba un partido que habían logrado disputar.
El parcial del tercer cuarto fue de 17-38 para los Warriors para dejar el marcador en 75-98, gracias sobre todo a los 13 puntos de Klay Thompson, con un 4 de 5 en triples propio de sus mejores épocas.
Los Warriors permitieron que los Wizards se les acercasen hasta el 94-106 a 7.28 del final, pero Curry saltó a la pista con la misión de maquillar sus números y el pensamiento de una remontada quedó en espejismo.
Al final Curry terminó el partido con 18 puntos y el resultado final fue de 112 a 123.