Los Warriors dejaron su serie prácticamente vista para sentencia en su primera visita a Denver. El conjunto californiano se impuso en el Ball Arena por 118-113 para colocar el 3-0 en su eliminatoria y dejar a los Nuggets al borde del abismo, pues una victoria más daría el pase a los de Kerr. La serie podría por tanto acabar este mismo domingo, día en que tendrá lugar un Game 4 al que los locales trataran de aferrarse para no irse de vacío de estos playoffs.
Denver ofreció más oposición con la llegada de la eliminatoria a Colorado, y, tras una primera parte titubeante, logró mirar de tú a tú a los Warriors en la segunda. Comandados por un imperial Nikola Jokic, que con 37 puntos y 18 rebotes volvió a echarse a los suyos a la espalda, los hombres de Malone se fueron haciendo con el control del choque a partir del tercer cuarto, remontando la distancia de 10 tantos que Golden State había construido al descanso y soñando con la posibilidad de poner el 2-1. No obstante, cuando llegó la hora de la verdad, se encontraron con un muro infranqueable que les hizo entrar en una fase de sequía en el peor momento posible.
La defensa de los Warriors evitó que los locales anotaran en seis posesiones consecutivas en los últimos 4 minutos, permitiendo a los de Kerr sumar un parcial de 0-8 que les puso en triunfo en bandeja. Draymond Green, como ya hizo en duelos anteriores, volvió a dar una massterclass defensiva ante Jokic en este tramo, culminándolo con un robo de balón al serbio que permitió a Poole cerrar el parcial desde el tiro libre. El ala-pívot firmó otra de esas actuaciones magistrales que las estadísticas no premian, pues volvió a ser el pulmón y el motor de un equipo en el que fueron los hombres del backcourt los encargados de sumar.
Stephen Curry y Jordan Poole, con 27 puntos cada uno, fueron los máximos anotadores de Golden State, seguidos muy de cerca por los 26 de un Klay Thompson que sigue presumiendo de puntería y terminó con un 6/13 en triples. Kerr volvió a emplear a Poole como titular y a Curry como sexto hombre, dando continuidad a esta fórmula que empezó siendo un recurso puntual pero que parece haber funcionado de maravilla y que veremos hasta cuándo sigue empleando. En esta ocasión, Steph llegó ya a los 30 minutos disputados, una cifra notablemente superior a la de los dos primeros choques, por lo que cabe preguntarse si este sistema continuará una vez que la exigencia aumente y el base se encuentre plenamente recuperado.
Por ahora, lo que está claro es que estos Warriors continúan siendo uno de los equipos que más nivel están ofreciendo en estos playoffs. Las semifinales de conferencia ya emergen en el horizonte para ellos, y podrían no quedar sino un par de días hasta que estén oficialmente clasificados para ellas. Luego, si es que nada se tuerce, a esperar rival.