A lo largo de los siglos, el hombre no ha cesado en su misión de buscar similitudes entre los seres humanos y los animales. Charles Darwin fue uno de ellos y se empeñó a través de numerosos estudios en averiguar si, al igual que los humanos, los animales tienen sentido del humor. ¿Se ríen los perros? Es algo que muchos expertos han investigado, teniendo en cuenta que la risa, por definición, es una respuesta fisiológica al humor.
La respuesta es sí, los perros se ríen, pero hay que entender que la risa de los perros es muy diferente a la de los humanos. La nuestra podría explicarse como un conjunto de acciones rítmicas, vocalizadas, espiratorias e involuntarias, mientras que la de los perros es más un fuerte jadeo. Aunque los perros no se ríen exactamente como nosotros, también lo hacen para comunicar que están felices, normalmente mientras juegan e invitan a los humanos y a otros perros a unirse.
En su libro Man Meets Dog, el experto Konrad Lorenz describe su risa como «mandíbulas abiertas que revelan la lengua, y el ángulo inclinado de la boca que se extiende casi de oreja a oreja». Según él, esta «risa» se ve con mayor frecuencia en perros que juegan con su amo y que se emocionan tanto que comienzan a jadear. A veces también usan lenguaje corporal, haciendo reverencias o saltando.
¿Eso quiere decir que los perros tienen sentido del humor? Es más complicado. Los perros han evolucionado como si tuvieran una mente juvenil, algo similar a la neotenia (la retención de rasgos juveniles) en los humanos. Algo que explica el comportamiento lúdico constante que tienen.
Este fenómeno fue investigado por primera vez por Charles Darwin, quien lanzó varias hipótesis que sostenían que, si el juego define el sentido del humor, entonces los perros saben lo que es gracioso. En El descenso del hombre, buscó similitudes en las emociones entre animales y humanos y observó lo que consideró un sentido del humor que va más allá del juego.
Otros estudios han demostrado que los primates tienen sentido del humor. El Gorila Koko es un buen ejemplo. No solo entendía más de 2.000 palabras, sino que también era capaz de hacer bromas pesadas y usar juegos de palabras. Los científicos en el campo de la biología evolutiva sugieren que muchos, si no la mayoría de los animales, saben lo que es gracioso.
Hace unos años, una investigación de la Universidad Eötvös Loránd publicada en Current Biology dio un gran paso para entender este aspecto de los animales. Utilizó tecnología fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional), que rastrea el flujo sanguíneo de varias áreas del cerebro, y concluyó que los cerebros de los perros pueden procesar las voces humanas y responder de manera diferente en función de nuestras emociones. Es decir, según el tono de tu voz, los perros pueden saber si estás feliz o triste.
La investigación también reveló que sus cerebros mostraban diferentes tipos de actividad en función de los sonidos que escuchaban. Cuando eran felices y positivos, como grabaciones de la risa de un humano o el ladrido de un perro en respuesta al regreso de su dueño a casa, ciertas áreas de su corteza auditiva mostraban constantemente más actividad que cuando escuchaban el llanto de un humano o de un perro. Aunque aún no se ha estudiado si estas respuestas son un comportamiento aprendido al vivir con humanos o una adaptación creada a través de la crianza evolutiva selectiva.
La investigación también muestra que ciertas razas tienen más sentido del humor que otras. Las cinco con más son: Setter Irlandés, Springer Spaniel Inglés, Schnauzer Miniatura, Cairn Terrier y Airedale Terrier. Las cinco con menos son: Samoyedo, Chihuahua, Rottweiler, Pekinés y Akita.
¿Intentan hacernos reír?
La ciencia ha dado pistas que indican que los perros tienen suficiente comprensión de las señales sociales para reconocer que la risa es positiva. Básicamente entienden que reír significa jugar y jugar es positivo. Y es por eso que muchas veces hacen cosas para tratar de hacernos reír. Generalmente, los perros están muy sintonizados con el lenguaje corporal de sus amos. «Al igual que un bebé, la respuesta que obtiene un perro la primera vez que sonríe a una persona es suficiente para cimentar el acto en el léxico del lenguaje corporal del perro”, explicaba el veterinario Jo Myers en este artículo.
Tal y como comenta el experto, la mayoría de los perros aprenden rápidamente que la risa humana significa que están sucediendo cosas buenas. Por lo tanto, les gusta estar rodeados de gente que ríe. «Debido a que son tan sociables, se sienten motivados a participar en las cosas buenas que suceden con su gente. Eso significa que un perro use un lenguaje corporal que demuestre felicidad cuando está cerca de personas que se ríen: una expresión juguetona, sonriendo y moviendo la cola».
Es decir, aunque en la interacción social y natural entre perros normalmente no hay risas o sonrisas, como están ansiosos por comunicarse con nosotros, hacen todo lo posible por aprender nuestro idioma. «Como resultado, nuestros compañeros caninos ‘bilingües’ comparten su alegría con nosotros en una variedad de formas, incluso sonriendo y riéndose», concluye Myers.