Kevin Durant ha sido muy claro con el ultimátum dado al propietario de los Brooklyn Nets, Joe Tsai: o el general manager, Sean Marks, y el entrenador jefe, Steve Nash, o él. Así, de la reunión que tuvo lugar este pasado fin de semana en Londres se desprende que la relación entre ambas partes se halla en un punto sin retorno ni reparación posible.
Según una fuente interna que contactó con el medio Heavy.com, es muy poco probable que los Nets cedan ante las demandas del jugador de despedir al ejecutivo y al head coach. De hecho, el propio Tsai compartió de manera pública su apoyo a Marks y Nash a través de su perfil personal de Twitter nada más filtrarse el contenido de la reunión.
El motivo para no plantarse ante el dos veces MVP de las Finales es claro. Por una parte, la mala imagen que daría la organización ante sus propios empleados, jugadores y aficionados. Por el otro, sentaría un gran precedente que podría causar un impacto negativo a largo plazo en la liga, si los propietarios no ponen freno antes durante la negociación del nuevo CBA.
Como se ha mencionado con anterioridad, los Nets mantienen el control de la situación ya que a Durant le restan otros cuatro años de contrato. Sin embargo, desde Heavy.com señalan que la franquicia podría ceder ligeramente en sus altas pretensiones, conscientes de que el ultimátum de Durant ha disminuido su valor en el mercado. En todo caso, la gerencia de Brooklyn será paciente y se mantendrá firme en el paquete que desea recibir por el alero, al menos durante las próximas semanas.
De momento, Boston Celtics, Toronto Raptors, Miami Heat y New Orleans Pelicans emergen como las franquicias más interesadas en cerrar un traspaso por Durant, de acuerdo a distintas fuentes, entre ellas, Shams Charania y el New York Daily News.