Los bomberos en Chile continuaron luchando contra incendios forestales masivos que estallaron en el centro del país, mientras las autoridades extendieron los toques de queda en las áreas más afectadas y reportaron al menos 64 muertes relacionadas con los incendios. Los incendios han afectado especialmente a la ciudad de Viña del Mar, donde un jardín botánico histórico fue destruido y al menos 1,600 personas quedaron sin hogar.
Las autoridades han expresado su preocupación de que algunos de los incendios podrían haber sido causados intencionalmente, ya que comenzaron en cuatro puntos diferentes al mismo tiempo. El presidente Gabriel Boric mencionó la posibilidad de que las condiciones climáticas extremas, como altas temperaturas, baja humedad y fuertes vientos, hayan contribuido a la propagación de los incendios.
Se ha instado a las personas en las áreas afectadas a evacuar sus hogares lo más rápido posible, mientras que a aquellos que están más lejos se les ha aconsejado quedarse en casa para facilitar la labor de los bomberos y los servicios de emergencia. Además, se han declarado toques de queda en algunas áreas para evitar saqueos.
Los incendios forestales en Chile se producen en medio de condiciones climáticas desfavorables y una sequía prolongada en la región, lo que ha aumentado el riesgo de incendios. Las altas temperaturas y la falta de humedad han complicado los esfuerzos para controlar las llamas, que han arrasado bosques y áreas urbanas. Las autoridades chilenas están movilizando recursos para combatir los incendios y brindar asistencia a las comunidades afectadas.