Malas noticias para los Brooklyn Nets. Pese a que los últimos rumores apuntaban a que Ben Simmons estaría listo para unirse al equipo a partir del cuarto partido de la serie ante los Celtics, el australiano no podrá ser finalmente de la partida, según afirma Adrian Wojnarowski, periodista de ESPN. Al parecer, los problemas de espalda que estaban manteniendo al base al margen han vuelto a aparecer tras la última sesión de preparación, lo que ha hecho que sea finalmente descartado para el Game 4.
Si bien su presencia en él no estaba totalmente confirmada, el jugador y la franquicia habían trabajado para definir un plan de partido que le permitiese estar presente con una limitación de minutos. Aunque Simmons lleva prácticamente un año sin jugar, las necesidades de los Nets, especialmente en el lado defensivo de la cancha, hacían que muchos esperasen su aparición con optimismo, pero parece que finalmente Nash tendrá que resolver los problemas del equipo sin adiciones de última hora.
Siendo justos, depositar en Ben cualquier tipo de esperanza a estas alturas era cuando menos utópico. No solo hablamos de un jugador que está evidentemente falto de ritmo de competición y cuya capacidad para tener impacto inmediato no está en absoluto probada, sino que sus características de juego hacen que no sea un hombre al que simplemente poner sobre la pista confiando en que encaje bien. ¿Era posible gestionar cuánto balón iba a tener Simmons, cómo se iba a repartir la creación de juego, cuál iba a ser su rol off-ball, o cómo iba a encajar en el sistema defensivo del equipo de un día para otro? Difícilmente.
El ex de los 76ers es un jugador de innegables y numerosas virtudes, pero habría que estar en una posición de absoluta urgencia y desesperación para depositar verdaderas esperanzas en su regreso. Aunque, bien mirado, esa es precisamente la situación en la que se encuentran ahora mismo los Nets.