Una regla primordial del reino animal es no ser visto a menos que quieras serlo. Funciona tanto para los depredadores como para las presas: pasar desapercibido significa sobrevivir más tiempo, ya sea porque te permite cazar comida o porque evita que te conviertas en ella.
Estas son algunas de las formas más creativas en que la selección natural ha producido un camuflaje eficaz en los animales.