Logran devolver la vista a 19 personas con un implante de piel de cerdo

Un equipo de científicos dice haber encontrado una nueva forma de ayudar a personas con córneas dañadas: implantes de bioingeniería creados a partir de piel de cerdo. En los hallazgos de un pequeño ensayo clínico publicado este mes, se demostró que los implantes restauraron la vista de 19 personas durante al menos dos años, incluso en aquellas que eran legalmente ciegas. Si continúa siendo prometedora, la tecnología podría algún día convertirse en una alternativa producida en masa a las donaciones de córneas humanas para personas con este problema.

La córnea es la cubierta exterior transparente del ojo. Además de proteger el resto del ojo, nos ayuda a enfocar la luz que la atraviesa. Las córneas pueden recuperarse de abrasiones leves con bastante facilidad, pero lesiones más graves y ciertas enfermedades pueden dejarlas dañadas permanentemente y afectar nuestra vista. Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 4 millones de personas sufren problemas de visión causados ​​por córneas lesionadas, y es una de las principales causas de ceguera.

Para aquellas personas con córneas severamente dañadas, el único tratamiento verdaderamente efectivo es un trasplante de una córnea sana, también conocido como injerto de córnea. Desafortunadamente, como muchos órganos, las córneas humanas deben usarse muy pronto después de haber sido donadas y, a menudo, escasean, especialmente para las personas que viven en países más pobres. Esa escasez ha impulsado los esfuerzos de investigadores para encontrar otros métodos para reemplazar o apoyar las córneas dañadas. Uno de esos enfoques es el implante creado por investigadores de la Universidad de Linköping (LiU) en Suecia, quienes también fundaron la empresa LinkoCare Life Sciences AB para desarrollarlo aún más.

En su investigación, publicada la semana pasada en Nature Biotechnology, el equipo colocó su implante en 20 pacientes de la India e Irán con queratocono avanzado, una condición en la que la córnea adelgaza progresivamente. Diecinueve de 20 pacientes experimentaron mejoras sustanciales en su vista después, y las 14 personas que eran legalmente ciegas ya no alcanzaban ese umbral. Los pacientes que necesitaban un tratamiento correctivo adicional ahora también podían tolerar las lentes de contacto. Y estas mejoras se mantuvieron estables dos años después, sin que ocurrieran eventos adversos.

“Los resultados muestran que es posible desarrollar un biomaterial que cumpla con todos los criterios para ser utilizado como implantes humanos, que se pueda producir en masa y almacenar hasta dos años y, por lo tanto, llegar a más personas con problemas de visión”, dijo el autor del estudio. Mehrdad Rafat, profesor del Departamento de Ingeniería Biomédica de LiU y director ejecutivo de LinkoCare, en un comunicado de la universidad.

Existen córneas artificiales en uso, así como tratamientos similares en desarrollo. Pero los investigadores dicen que su implante debería tener algunas ventajas clave sobre estas opciones. Muchos de estos tratamientos todavía dependen de córneas donadas para reducir el riesgo de rechazo por parte del cuerpo, mientras que el implante de este equipo utiliza en su lugar material biosintético relativamente barato derivado de piel de cerdo purificada. El material se usa para crear una capa delgada pero duradera de colágeno, el mismo ingrediente básico de la córnea.

En el ensayo, los pacientes solo recibieron ocho semanas de medicamentos de trasplante para garantizar la aceptación por parte del cuerpo, a diferencia del año o más de medicación que se suele administrar a las personas con injertos de córnea, y no se detectaron signos de rechazo.

También han desarrollado un método de cirugía menos invasivo para insertar su implante, uno que no necesita quitar la córnea original, lo que debería reducir el riesgo de complicaciones y permitir un uso más amplio en lugares con menos recursos. Otra investigación sugiere que los materiales del implante deben permanecer estables durante al menos ocho años, si no más.

“Hemos realizado importantes esfuerzos para garantizar que nuestro invento esté ampliamente disponible y sea asequible para todos y no solo para los ricos. Es por eso que esta tecnología se puede utilizar en todas partes del mundo”, dijo Rafat.

Por supuesto, estos hallazgos tienen todavía un alcance muy pequeño. Se necesitarán resultados exitosos en muchos más pacientes antes de que cualquier país piense en aprobar este tratamiento. Con ese fin, los investigadores están planeando ensayos clínicos más grandes de su implante y ampliar su trabajo para ver si el tratamiento podría funcionar con otras afecciones relacionadas con la córnea.