Líderes de Haití alcanzaron un acuerdo político para formar un consejo presidencial de transición por 22 meses, y esperan ahora ser investidos por el ejecutivo saliente para poder restaurar el orden en un país asolado por la violencia pandillera.
Ese consejo de nueve miembros integrará a representantes de los principales partidos del país, así como del sector privado y la sociedad civil. Su mandato “terminará el 7 de febrero de 2026″, según el documento del acuerdo.
Las nuevas autoridades sustituirán a Ariel Henry, el cuestionado primer ministro haitiano, que anunció su dimisión el 11 de marzo.
Su primera labor consistirá en elegir a un primer ministro que, en colaboración con el consejo, designará al gobierno encargado de conducir el país hasta unas “elecciones democráticas, libres y creíbles”, según el acuerdo.
Ninguno de los miembros del consejo o del gobierno podrá presentarse a esas elecciones. Haití, que no celebra comicios desde 2016, ha sufrido años de inestabilidad política y de inseguridad.
La situación ha empeorado desde finales de febrero, cuando varias pandillas se aliaron para atacar comisarías, cárceles, sedes del gobierno y el aeropuerto en un pulso contra Henry.
Debido a la inseguridad en la capital Puerto Príncipe, el primer ministro no ha podido regresar a su país desde que viajó a Kenia para negociar el envío de policías en el marco de una misión internacional auspiciada por la ONU.
Las negociaciones para sucederle, supervisadas por la Comunidad del Caribe (Caricom), se han visto retrasadas por desacuerdos internos y dudas legales hasta este fin de semana.
Pero el domingo por la noche, los futuros miembros del consejo enviaron el acuerdo político y un decreto para su entrada en vigor a la Caricom.
El bloque regional deberá transmitir esos documentos al gobierno saliente de Henry para que confirme la investidura de las nuevas autoridades en el boletín oficial del Estado.
El órgano de transición establece tres prioridades: “Seguridad, reformas constitucionales e institucionales y elecciones”.
Respecto al primero de esos puntos, el acuerdo político anuncia la creación de un Consejo Nacional de Seguridad (CNS) formado por expertos haitianos y otros especialistas.
Ese CNS supervisará los acuerdos relativos a la asistencia internacional en materia de seguridad, entre ellos la resolución para el envío de la misión impulsada por la ONU.
Las nuevas autoridades quieren trabajar desde el Palacio Nacional, en el centro de Puerto Príncipe, pero ese edificio ha sufrido varios ataques de las pandillas en las últimas semanas.
Este lunes se escucharon numerosos disparos cerca del palacio presidencial, indicaron residentes de la zona, y unidades especiales de la policía se desplegaron en el área para afrontar a las bandas armadas.
La violencia de esos grupos, que controlan más del 80% de la capital, ha agravado la crisis humanitaria en Haití donde escasea la comida, los medicamentos y otros productos básicos.