LeBron no se lo pierde: irá al estreno de la residencia de Bad Bunny

LeBron James, el máximo anotador en la historia de la NBA, reveló este jueves que estará presente en el concierto inaugural de la residencia artística que Bad Bunny llevará a cabo en el Coliseo de Puerto Rico, en San Juan.

“¡Benito! Estoy en el aeropuerto de Los Ángeles ahora mismo, ¡voy a verte! Me enteré de lo que tienes planeado para mañana por la noche”, escribió James en español, en una publicación donde expresó su entusiasmo por asistir al inicio de la serie de espectáculos titulada No Me Quiero Ir De Aquí, protagonizada por el artista puertorriqueño Benito Martínez.

Ambos han mantenido una relación cercana durante años. Aunque se han encontrado en diversas ocasiones, la mayoría de esos encuentros han sido en partidos de los Lakers, equipo donde juega James.

El jugador también ha tenido presencia en escenarios deportivos puertorriqueños: entrenó en una ocasión en el Coliseo de Puerto Rico y asistió a un encuentro del Baloncesto Superior Nacional, específicamente de los Vaqueros de Bayamón, en el Coliseo Rubén Rodríguez, ubicado en una ciudad vecina a San Juan.

Por su parte, Bad Bunny dará inicio este viernes a una serie de 30 conciertos que se extenderán hasta el 14 de septiembre. Esta propuesta marca la primera vez que un artista realiza una residencia de tal magnitud en el principal recinto de espectáculos de la isla.

Según un informe solicitado por el alcalde de San Juan, Miguel Romero, y elaborado por la firma Advantage Business Consulting, se espera que esta serie de presentaciones genere un impacto económico estimado en 377 millones de dólares, además de la creación de aproximadamente 3,642 empleos entre directos, indirectos e inducidos. Solo en la capital, se proyecta un aporte económico de 302 millones de dólares.

La residencia servirá como antesala a una gira internacional del artista, quien lanzó a principios de año su más reciente álbum, Debí Tirar Más Fotos, un proyecto que rinde homenaje a Puerto Rico y mezcla reguetón con ritmos tradicionales como la salsa y la plena.

Inicialmente se anunciaron 21 funciones, pero ante la alta demanda, Bad Bunny amplió la serie a 30 conciertos, logrando vender cerca de 400,000 entradas en solo cuatro horas.