Ante la inminente temporada ciclónica, los residentes de La Zurza han comenzado a tomar medidas para proteger sus pertenencias como parte de su preparación.
Confiando en la intervención divina, algunos ciudadanos de La Zurza depositan su fe en que Dios no permitirá que pierdan todo lo que poseen, convirtiendo esta creencia en su única forma de preparación.
La ribera del río Isabela representa uno de los puntos más críticos durante la temporada ciclónica, ya que los fenómenos naturales tienen un impacto significativo en las viviendas que lo rodean. Aunque reconocen la inevitabilidad de estos eventos, los residentes de La Zurza se esfuerzan por protegerse y tomar las medidas necesarias para salvaguardar sus hogares.