Lesvy Rivera, Aideé Mendoza, Luis Roberto Malagón. La joven Andrea Vargas no ha olvidado sus nombres, víctimas de la violencia que ha salpicado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en los últimos tres años. Una bala perdida, un feminicidio, una muerte poco clara. Todos, ejemplos de las fisuras de seguridad del centro universitario más grande de América Latina. Vargas, un estudiante del quinto semestre de la Licenciatura en Ciencias Políticas, ha recordado sus nombres en voz alta para exigir que el próximo rector no permita que este tipo de tragedia vuelva a suceder. "Todos estos casos son un escándalo y la violencia de género que sigue sin resolverse", dice. Detrás de él se observa una manta con la frase: "contra la imposición del rector".
La ebullición dentro de los pasillos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales corre paralela al tramo final del proceso electoral del próximo rector. Una carrera para el mandato de una casa de estudios con más de 356,000 estudiantes y 41,000 maestros. Los candidatos, el actual rector Enrique Graue, la socióloga Angélica Cuéllar y el jurista Pedro Salazar, serán entrevistados a puerta cerrada durante esta semana por los 15 miembros del consejo de administración de la universidad. Una vez que se hayan examinado las tres propuestas, este grupo anunciará el nombre de quién liderará la vida académica de la UNAM durante los próximos cuatro años.
El proceso electoral ha puesto de manifiesto las pendientes más urgentes de la universidad. Los episodios de violencia dentro de los diferentes campus universitarios, los informes recurrentes de acoso sexual por parte de profesores del bachillerato a las aulas de posgrado y la relación entre el centro universitario y la Administración López Obrador son las principales preocupaciones de la comunidad universitaria.
Graue, que aspira a permanecer como rector, asegura que la experiencia de los últimos cuatro años le ha permitido tener un mejor diagnóstico de las dificultades que aún no se han resuelto. Su plan de trabajo se centra en fortalecer la vigilancia, aumentar la conectividad del campus y continuar los programas de investigación, esto último a pesar de los recientes recortes presupuestarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). "Necesitamos que la Administración actual comprenda y comprenda bien la importancia de la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico para el futuro de la nación", dijo.
La candidata Angélica Cuéllar, directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, apela a su experiencia de más de tres décadas dentro de la universidad para promover un giro en la dirección de la máxima casa de estudios de México. Una de sus banderas es la creación de un Observatorio de Asuntos de Género. Mientras que el director del Instituto de Investigación Legal, Pedro Salazar, dice que su primera tarea como rector sería hacer un análisis exhaustivo de los incidentes de violencia en todas las instalaciones de la UNAM.
El requisito de seguridad impregna las 730 hectáreas en las que se despliega University City, al sur de la Ciudad de México. Los jóvenes de las ramas de la ciencia, la ingeniería y las humanidades coinciden en este sentido de mayor vulnerabilidad en los espacios universitarios. La Administración actual garantiza que se hayan reforzado las medidas de vigilancia: se han instalado 175 puestos universitarios en la Ciudad Universitaria del Centro de Asistencia de Emergencia de la UNAM; Además de 62 botones de emergencia ubicados dentro de los edificios.
Lucero Velázquez, de 20 años, es escéptico ante estos datos. Las historias de robos de sus compañeros en las cercanías, la oscuridad que existe en algunas áreas del campus contrastan con estas figuras. "Cuántos casos no han ocurrido de feminicidios, violaciones dentro de las instalaciones de la UNAM y siempre dicen que no pasa nada y cubren todo", dice el estudiante de la Facultad de Química.
Angélica García, estudiante del grado de Medicina Veterinaria y Zootecnia, detalla que la inseguridad se exacerba en las instalaciones que la UNAM tiene en otros estados mexicanos. “Hay muy poca seguridad en los ranchos a los que vamos, a veces solo hay un guardia por turno en un rancho que a veces tiene más de 10 hectáreas, hay ranchos en Veracruz, Querétaro o Hidalgo. Una vez en Puebla hubo un secuestro virtual y en Tres Marías (Morelos) ataron a los maestros y se llevaron ovejas ”, dice el joven de 21 años.
Braulio Guémez está a un semestre de completar el título de Sociología. La estudiante de 23 años cree que el protocolo contra la violencia de género no ha detenido los ataques contra las mujeres, principalmente. En el próximo relevo en la rectoría, Guémez cuestiona la poca información que existe entre los estudiantes universitarios sobre la elección: “No creo que deba haber una junta de sabios que decida, debería ser un proceso más democrático porque es algo muy ajeno a la comunidad estudiantil ”, concluye.
El desafío del nuevo rector ante el Gobierno de López Obrador
El próximo rector tendrá que trabajar con el gobierno de López Obrador. Casi el 89% de los recursos anuales de la universidad provienen de títulos federales. YEste año, el Gobierno asignó una bolsa de 39,778 millones de pesos (2,069 millones de dólares), de un total de 44,942 millones de pesos (2,338 millones de dólares) que la universidad tiene que operar en 2019.
El investigador Alma Maldonado señala que la relación de la UNAM con la Administración actual no ha sido simple debido a los ataques presidenciales en temas como la autonomía, el examen de admisión o la reducción de los recursos científicos ", dice. En esta misma línea, Manuel Gil Antón, profesor del Colegio de México, advierte que los próximos cuatro años serán tensos antes de la aspiración de inclusión educativa propuesta por el presidente y su discurso de austeridad. "Él quiere que haya más personas en la universidad y que no paguen tarifas, eso significa dar más dinero a la UNAM", dice.