Así como la Antártida parece haber ido librándose del deshielo causado por el progresivo aumento de la temperatura media global (hasta ahora), el océano Ártico ha sido el más visiblemente afectado. Ahora un nuevo estudio se basa en el último periodo en el que la Tierra alcanzó las temperaturas presentes para entender lo que podría ocurrir con el hielo del Ártico.
Sin hielo. El nuevo estudio analiza el último periodo interglacial, ocurrido hace entre 129.000 y 115.000 años y observó que en aquella época el océano Ártico llegó a perder todo su hielo. El estudio se basó en el análisis de los restos fósiles de plancton de la época y puede ayudarnos a entender mejor el deshielo ártico observado a lo largo de las últimas décadas.
La clave, el en plancton. El estudio, liderado por investigadores de la Universidad de Estocolmo, analizó restos fósiles de plancton, concretamente foraminíferos planctónicos, un tipo de organismos unicelulares. Comprobaron en estos fósiles la abundancia relativa de la especie Turborotalita quinqueloba, un tipo de plancton que tiende a habitar regiones subpolares y que puede encontrarse en abundancia en aguas del Atlántico.
Analizando la ocurrencia de estos microorganismos pudieron concluir que durante el último periodo interglaciar el hielo llegó a replegarse completamente de las aguas del océano Ártico durante los veranos boreales. Los detalles del estudio fueron publicados recientemente en un artículo en la revista Nature Geoscience.
Atlantificación. En el artículo, los responsables del estudio se refieren a este fenómeno como “Atlantificación”, es decir, la adopción por parte del océano Ártico de características propias del Atlántico. Los autores señalan el paralelismo entre la situación actual y la vivida por la región hace 120.000 años.
“El descubrimiento de que el océano Ártico estaba estacionalmente libre de hielo durante el Último [Periodo] interglaciar es preocupante porque este periodo habría estado solo cerca de 1,5 ºC sobre los niveles preindustriales, comparable con los objetivos del Acuerdo de París. Aun así el nivel del mar se estima estaba varios metros por encima del actual”, explicaba en una nota de prensa Flor Vermassen, quien encabeza la lista de coautores del estudio.
Hace 120.000 años. Cada vez más, los expertos en clima recurren al último periodo glaciar como referencia para entender el clima presente y, sobre todo, estimar mejor su futura deriva. Es por eso que el análisis puede ayudar a los expertos a comprender mejor un periodo clave en la historia de nuestro planeta.
“El Último [Periodo] interglaciar, entre 129.000 y 115.000 años antes del presente, es un periodo interesante para estudiar porque es la última vez en la historia de la Tierra en la que las temperaturas medias globales fueron similares, o quizá mayores, que las presentes, y el nivel del mar era considerablemente más alto, hasta entre 6 y 9 metros más,”, añadía Vermassen.
Similitudes y diferencias. Como señalaban los investigadores, es importante también tener en cuenta algunos factores a la hora de establecer comparaciones entre el último interglaciar y el presente. El primero es que debemos asumir el cumplimiento del Acuerdo de París en alcanzado en 2015 en el marco de la Conferencia de las Partes (COP 21).
El cumplimiento del acuerdo viene condicionado a no sobrepasar el límite de 1,5 ºC sobre niveles preindustriales. Hace ya varios años que superamos la marca de los 1,1 ºC, por lo que asumir el cumplimiento de los acuerdos no es una asunción menor.
La extensión de la capa de hielo del Ártico no es un factor directamente relacionado con el ascenso del nivel del mar (al ser el hielo menos denso que el agua sobre la que flota), sin embargo sí existe una relación indirecta que pudo haberse dado en el último periodo interglacial. En primer lugar porque la capa de hielo en lugares como Groenlandia sí pueden tener ese efecto y en segundo lugar por la modificación del albedo, que hace que los océanos convencionales absorban calor mientras las zonas heladas tienden a reflejarlo.