La medida elevó la tasa de fondos federales a corto plazo de un rango de 1,50 % a 1,75 %.
El banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal, elevó este miércoles los tipos de interés a corto plazo en 0,75 puntos porcentuales, la mayor subida desde el año 1994, en medio de su lucha por frenar el repunte histórico de la inflación.
La medida elevó su tasa de referencia de un rango del 1,5 % al 1,75 %, las cifras más altas registradas desde que se inició la pandemia de covid-19 en marzo de 2020.
Asimismo, los pronósticos apuntan a que la Reserva Federal aumentará su tipo de referencia a 3,4 % para finales de este año, y a 3,8 % para 2023, nivel más alto desde fines de 2007. Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal de EE.UU. advirtieron que podría generarse una fuerte subida de tasas debido a la inflación, que se mueve a una gran velocidad, comparable con la que se registró en diciembre de 1981.
Por su parte, el actual presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, reconoció que se trata de un aumento de tasas «inusualmente grande», pero no descartó una nueva alza de esta magnitud en la próxima reunión que se celebrará en julio.
«Desde la perspectiva de hoy, un aumento de 50 o 75 puntos básicos parece más probable en nuestra próxima reunión», dijo Powell en una conferencia de prensa que se llevó a cabo tras el anuncio. «Anticipamos que los aumentos de tarifas en curso serán apropiados», agregó.
El ritmo de esos cambios seguirá dependiendo de los datos entrantes y la evolución de la perspectiva de la economía», precisó, al indicar que «claramente el aumento de 75 puntos básicos de hoy es inusualmente grande», pero «no espero que movimientos de este tamaño sean habituales».
A la vez, Powell intentó calmar a los inversionistas y a los estadounidenses, prometiendo que el organismo «tiene las herramientas necesarias y la determinación que se necesitará» para normalizar la elevada inflación.
- El tipo de interés de los fondos federales, fijado por el banco central, es el tipo de interés al que los bancos prestan y toman prestado a un día. Aunque no es el tipo que pagan los consumidores, los movimientos de la Reserva Federal siguen afectando a los tipos de interés de los préstamos y los ahorros que ven cada día.