La República Checa y Eslovaquia conmemoran el 30 aniversario de su separación

La República Checa y Eslovaquia, hoy miembros de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, celebran este 1 de enero el 30 aniversario de su escisión pacífica de la entonces Checoslovaquia.

La convivencia entre checos y eslovacos duró tres cuartos del Siglo XX, en gran parte bajo el comunismo, que dominó el país entre los años 1948 y 1989.

Este «divorcio de terciopelo», como lo ha llamado el historiador inglés Timothy Garton Ash, mantuvo las señas de civismo que jalonaron la caída del régimen totalitario comunista, en la que no hubo derramamiento de sangre, a diferencia de lo ocurrido en la también multiétnica Yugoslavia.

La separación de produjo sin el dramaturgo Vaclav Havel a la cabeza, quien había renunciado como presidente checoslovaco en el verano de 1992 en protesta por la inminente ruptura del país, impulsada en por el entonces primer ministro checo, Vaclav Klaus, y el eslovaco, Vladimir Meciar.

Havel fue elegido poco después presidente de los checos y se convirtió en el catalizador de las aspiraciones euro atlánticas de la República Checa, con sus 10,7 millones de habitantes, la parte mayor de Checoslovaquia.

Seis años más tarde, en 1999, la República Checa entró en la OTAN, mientras que Eslovaquia tuvo que esperar cinco años más.

El nuevo milenio abrió nuevas perspectivas de integración para los 5,4 millones de eslovacos, bajo las riendas del democristiano Mikulas Dzurinda, lo que permitió al país acceder a la OTAN en 2004.

Ese mismo año los dos países entraron en la UE y, desde entonces, Eslovaquia fue más consecuente con su compromiso de integración, al acceder a la zona euro en 2009, mientras la República Checa sigue aferrada a su moneda local, la corona.

Los países afrontan la efemérides en momentos distintos: los checos tras una exitosa gestión al frente de la presidencia de UE y los eslovacos con un gobierno de coalición en funciones con los días contados.

Las relaciones entre ambas naciones son muy buenas, lo que en parte se explica por la similitud de los idiomas.

De hecho, el 9 % de los estudiantes universitarios en la República Checa, donde la enseñanza superior en checo es gratuita, son ciudadanos eslovacos.

Con 162.000 personas, los eslovacos son la segunda minoría en la República Checa, solo por detrás de los ucranianos.

La presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, ha invitado para el 1 de enero a los presidentes de la República Checa (Milos Zeman), de Polonia (Andrezj Duda) y Austria (Alexander Van der Bellen), para conmemorar el 30 aniversario de la separación de ambos países.

EFE