La psoriasis, crónica pero blanqueada y soportable con terapias biológicas

EFE.-Entre un 2% y un 3% de la población mundial padece algún tipo de psoriasis, una enfermedad crónica, dolorosa, no contagiosa, desfigurante e incapacitante «para la que no existe cura», subraya la Organización Mundial de la Salud; «pero para la que sí disponemos de tratamientos biológicos eficaces y seguros», apunta el Dr. Eduardo López Bran, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid

La psoriasis moderada o grave llama la atención por sus placas descamativas, laminillas de queratina más o menos redondeadas, eritematosas, que pican y causan dolor. Aunque es frecuente su extensión por toda la superficie corporal, aparece con mayor frecuencia en codos, rodillas, espalda, cuero cabelludo y zona genital; incluso puede desmejorar sustancialmente la textura, la forma y el color de las uñas.

Se inicia más precozmente en las mujeres y en las personas con antecedentes familiares. La horquilla de edades se muestra con dos picos muy llamativos: el primero, y más importante, entre lo diez y los veinte años; y el segundo en torno a los 50-60 años.

Doctora Carmen Carranza Romero y Dr. Eduardo López Bran

«Es una patología que afecta a todos los grupos etarios y socava física y emocionalmente la calidad de vida de l@s pacientes, alrededor de 1.100.000 solo en España», completa la introducción previa a la entrevista que ha realizado como dermoperiodista a la Dra. Carmen Carranza Romero, dematóloga de su departamento y profesora de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

La Dra. Carranza Romero, especialista en cirugía micrográfica de Mohs (técnica quirúrgica para tratar el cáncer de piel), forma parte de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, del Grupo Español de Dermatología Pediátrica y del Grupo Español de Dermatología Quirúrgica, Láser y Oncología Cutánea de la AEDV.

«Desconocemos el origen de la psoriasis, pero hay evidencias científicas de factores genéticos en el desarrollo de la enfermedad. Las circunstancias climatológicas y ambientales juegan un papel relevante al desencadenarla cuando está latente o agravarla cuando ya está en plena acción patológica», señala.

Entre estas causas psoriásicas encontramos las infecciones, los traumatismos, los fármacos, los ambientes secos, más aún durante el invierno, las alteraciones endocrino metabólicas y, sobre todo, los componentes emocionales.

El estrés, determinante, es un factor que inicia brotes psoriásicos: la enfermedad provoca ansiedad y la ansiedad agrava los síntomas, algo que deriva en un círculo vicioso.

Pero no solo es la afectación en mayor o menor grado que se pueda tener a nivel cutáneo.

«La psoriasis tiene un gran impacto emocional en la calidad de vida de l@s pacientes -destaca-, similar a la de otras enfermedades, como el cáncer, las cardiopatías, la artritis, la diabetes tipo 2 o la depresión. Lógicamente, este déficit vital se desarrolla en paralelo a su gravedad. Cabe recordar que un tercio de los pacientes sufren un estadio muy grave».

¿Se puede medir la calidad de vida cuando hablamos de psoriasis?

«Sí, la observamos porque es causa de depresión, provoca altos niveles de estrés, problemas de empleo, supone un alto estigma social, implica limitaciones físicas, es discapacitante y origina, incluso, tendencias suicidas», expone. 

Estas cuestiones, en la práctica clínica diaria, se pueden medir mediante cuestionarios de calidad de vida, y el más usado es la escala DLQI (Dermatology Life Quality Index).

«Empleamos DLQI porque much@s pacientes no se sinceran del todo en las consultas. Es una herramienta que nos permite hacer un seguimiento pormenorizado mediante una serie de preguntas especializadas: medimos y evaluamos el estado de ánimo y la calidad de vida del paciente», explica.

En los últimos años no se entiende el paradigma de esta enfermedad como una afectación exclusivamente cutánea, sino como una patología sistémica que daña diferentes órganos.  

«Sabemos que l@s pacientes con psoriasis tienen con mayor frecuencia que el resto de la población sobrepeso, dislipemia, hipertensión arterial y diabetes mellitus. Esto genera un síndrome metabólico responsable de la mayor parte de comorbilidades que acompañan a la enfermedad cutánea», detalla.

«La inflamación sistémica es la responsable del aumento de los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión, la dislipemia -aumento de lípidos y proteínas en sangre-, la diabetes, la resistencia a la insulina y la obesidad. En este contexto, resulta imprescindible tanto el conocimiento como la búsqueda de dichos factores de riesgo cardiovascular por parte del especialista en dermatología», establece.

¿Qué opciones terapéuticas podemos ofrecer al paciente con psoriasis?

«A lo largo del tiempo los conceptos fisiopatológicos de la psoriasis han evolucionado considerablemente, ofreciendo nuevos objetivos terapéuticos y oportunidades de tratamiento. Hoy, las guías buscan el aclaramiento completo de la enfermedad, es decir la ausencia de lesiones a nivel cutáneo. Nos hemos vuelto mucho más exigentes en lo referente nuestro objetivo terapéutico», considera la Dra. Carmen Carranza. 

Los medicamentos biológicos, que se dirigen al sistema inmunitario, han venido para resolver la mala imagen de la psoriasis.

«En cuanto a las alternativas de tratamiento hemos evolucionado mucho. Las terapia biológicas (cuya diana se sitúa en la interleucinas 17 y 23 y la citocina TNF-alfa) han supuesto una revolución, pudiendo ofrecer altas tasas de eficacia con fármacos muy seguros y de fácil adherencia», manifiesta.

«En este sentido, no es lo mismo tomarse una pastilla todos los días, recordándonos machaconamente el padecimiento, que un tratamiento que se administra trimestralmente, que en la práctica supone un olvido de la enfermedad, más aún si el cuerpo está blanqueado, sin placas», argumenta.

La terapia biológica, oral o inyectable, ha supuesto un importante avance en el tratamiento de la psoriasis moderada o grave, ya que, en general, son medicamentos eficaces y seguros, tienen pocos efectos adversos y baja o nula probabilidad de aparición de interacciones con otros fármacos.

¿Qué nos piden nuestr@s pacientes?, pregunta el Dr. López Bran para finalizar la entrevista

«Basándonos en la encuesta Next Psoriasis (encuesta a más de 7.000 pacientes), y por experiencia propia, la mayoría de ellos y ellas desean un control clínico total de su enfermedad (blanqueamiento de la piel), que sea rápido y sostenido, con el mejor perfil de seguridad posible y con una posología conveniente para una mayor autonomía», afirma.

Desaparecen las lesiones cutáneas y apenas quedan rastros psoriásicos en zonas como los codos. Cambia tanto el pronóstico como la vida de l@s pacientes.  

«Es un orgullo poder decir que es un objetivo que a día de hoy estamos cumpliendo en la mayoría de los casos. Las dermatólogas y dermatológos conseguimos en muchas ocasiones que el paciente se olvide prácticamente del sufrimiento de padecer psoriasis», concluye la Dra. Carmen Carranza Romero.