La Policía Metropolitana de Londres arrestó a docenas de activistas de la Rebelión de la Extinción que habían elegido el aeropuerto de la Ciudad de Londres como blanco este jueves. No tiene las dimensiones o la importancia de otros aeropuertos como Heathrow o Gatwick, pero su proximidad al centro financiero de la ciudad hizo que la organización lo eligiera como el objetivo de sus acciones. Este movimiento de desobediencia civil, nacido en 2018 en el Reino Unido en protesta por la inacción de los gobiernos ante el cambio climático, ya ha tomado el lunes las calles de docenas de ciudades de manera coordinada en varios países.
"El aeropuerto de la ciudad de Londres planea duplicar su número de vuelos, y está ubicado en un área con alta densidad urbana. Esto causa una horrible contaminación acústica y una enorme contaminación. El uso desproporcionado de aviones privados por parte de empresarios y gerentes de finanzas los convierte en una élite viajera. eso podría lograr los mismos objetivos utilizando las telecomunicaciones digitales. Todo esto debe detenerse, y Extinction Rebelion lo detendrá ", dijo el portavoz de la organización, Rupert Read, en la convocatoria de protestas.
Docenas de policías han bloqueado las entradas del aeropuerto desde las primeras horas de la mañana, y se les ha pedido a los pasajeros que muestren sus pases de abordar antes de ingresar al edificio, para evitar el sabotaje camuflado. Los activistas han optado por tratar de bloquear los accesos y salidas de la estación de tren Docklands Light, que conecta el aeropuerto con la ciudad. En una protesta similar a la de Hong Kong, según lo definido por los organizadores, docenas de activistas protagonizaron una sesión pacífica e incluso utilizaron pegamento para adherirse al suelo. Un avión tuvo que regresar a la terminal después de que un activista que logró camuflarse como pasajero comenzó su protesta al llegar a su asiento. La policía lo arrestó de inmediato y fue desalojado del avión.
Londres ha exigido la ayuda de cientos de policías de todo el país para enfrentar una semana de protestas que han causado serios problemas de tráfico en la capital británica. Más de 800 activistas ya han sido arrestados desde el lunes pasado. El principal temor radica en el próximo martes, cuando la reina debe ir al Parlamento para leer el discurso que comienza una nueva legislatura. Las autoridades de la ciudad intentan en estos días buscar la colaboración de Extinction Rebelion para evitar que el desfile real se vea afectado. La organización ha expresado su voluntad de cooperar para evitar altercados.
El movimiento planea llevar a cabo acciones en 60 grandes capitales durante dos semanas, principalmente en Europa. En España, se han centrado en Madrid, y un grupo de unos 200 activistas han estado acampando hasta el jueves frente al Ministerio de Transición Ecológica.