La Policía de Israel intentó dispersar este lunes con cañones de agua a los manifestantes que se reunieron cerca del edificio de la Knéset, el Parlamento israelí, en Jerusalén, mientras en su interior se debate la controvertida reforma del sistema judicial impulsada por la coalición del primer ministro Benjamin Netanyahu.
En imágenes que circulan en redes sociales se puede ver a una persona tendida en el suelo con una herida en la cabeza como consecuencia de la represión policial y a una ambulancia en las cercanías.
Se estima que el debate parlamentario, que comenzó a las 10:00 del domingo (hora local), durará 26 horas, ya que muchos legisladores de la oposición han solicitado tiempo para exponer sus objeciones contra el proyecto de ley, que elimina el llamado criterio de razonabilidad, que permite a la Corte Suprema revocar decisiones gubernamentales.
Siete meses de tensión social
Para presionar a los congresistas, decenas de miles de manifestantes llegados el sábado a Jerusalén tras haber recorrido a pie 70 kilómetros desde Tel Aviv se concentraron frente a la Knéset, cerca de la que decenas de personas instalaron tiendas de campaña, pues planean permanecer allí durante tiempo indefinido. Por otra parte, miles de médicos de todo el país realizaron un mitin en la urbe, ya que consideran que la reforma es un ataque a la democracia, sin la cual «no hay atención médica».
La víspera, más de 550.000 personas en todo el país para protestar contra la reforma, que, según los críticos, dará pie a una deriva autoritaria. Estas manifestaciones se suman a las de los siete últimos meses, iniciadas el pasado mes de enero, cuando Netanyahu anunció el proyecto de la reforma. Ante esa presión, el proceso fue detenido en marzo.
Paralelamente, alrededor de 300.000 israelíes la noche del domingo en la calle Kaplan de Tel Aviv para mostrar su apoyo a la legislación con pancartas que rezaban: «La gente está con ustedes: completen la reforma» o «¿Quién nos protegerá de la Corte Suprema?».RT español