Todos los países de las Naciones Unidas se reúnen este lunes para debatir una condena a la anexión de regiones ucranianas por parte de Moscú, justo horas después de mortales ataques rusos a ciudades de Ucrania denunciados por la ONU y Occidente.
Con esta resolución, cuya votación se espera no antes del miércoles, las naciones occidentales apuntan a mostrar que la Rusia del presidente Vladimir Putin está aislada en la escena internacional.
Antes del inicio de la Asamblea General a las 15H00 locales (19H00 GMT), la ONU fustigó el mortífero bombardeo ruso, en una escala sin igual en meses, que golpeó Kiev y otras ciudades el lunes por la mañana.
El secretario general, Antonio Guterres, denunció «una nueva escalada inaceptable de la guerra» por la que los civiles «están pagando el precio más alto», según su portavoz Stéphane Dujarric.
El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó «enérgicamente» los bombardeos, señalando que «demuestran la absoluta brutalidad» de Putin. La diplomacia europea también se alzó contra los «ataques bárbaros» de Rusia, en tanto la OTAN los consideró «horribles e indiscriminados».
Los servicios de emergencia ucranianos informaron un balance provisional de 11 muertos y 64 heridos en todo el país.
Antes de los ataques, la ONU había decidido llevar el tema de las anexiones de las regiones ucranianas a su Asamblea General -donde cada uno de los 193 miembros tiene voto, sin veto-, después de que Rusia bloqueara un texto similar en el Consejo de Seguridad el 30 de septiembre.
«Si el sistema de la ONU y la comunidad internacional, a través de la Asamblea General, no reaccionaran ante este tipo de intentos ilegales, estaríamos en una situación, muy, muy mala», comentó Olof Skoog, quien, como embajador de la Unión Europea (UE) ante la ONU, redactó el texto junto con Ucrania y otros países.
La falta de acción de la Asamblea General daría «carta blanca a otros países para hacer lo mismo o reconocer lo que Rusia ha hecho», afirmó.
- Anexiones «ilegales»-
El borrador de texto al que tuvo acceso AFP condena las anexiones «ilegales» de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia tras los «llamados referendos» y subraya que estas acciones «no tienen validez bajo el derecho internacional».
También pide que nadie reconozca estas anexiones y exige la retirada inmediata de las tropas rusas de Ucrania.
En una carta a todos los estados miembros, Rusia atacó a las «delegaciones occidentales» cuyas acciones «no tienen nada que ver con la defensa del derecho internacional».
«Persiguen sus propios objetivos geopolíticos», escribió el embajador ruso Vassily Nebenzia, denunciando la «presión» de Estados Unidos y sus aliados.
En estas circunstancias, pidió una votación secreta, un procedimiento más que inusual reservado en principio para las elecciones, por ejemplo, de los miembros del Consejo de Seguridad.
- «Un poco de desesperación» –
«Esto no muestra una gran confianza en el resultado», dijo un alto funcionario de la administración del estadounidense Joe Biden. «Sugiere un poco de desesperación».
El propio Guterres también ha denunciado las anexiones de territorios ucranianos: «Burla los objetivos y principios de las Naciones Unidas. Es una escalada peligrosa. No tiene cabida en el mundo moderno. No debe aceptarse», dijo el 29 de septiembre.
Durante la votación del Consejo de Seguridad del mes pasado, ningún otro país se puso del lado de Rusia, aunque cuatro delegaciones (China, India, Brasil y Gabón) se abstuvieron.
En momentos en que algunos países en desarrollo se han quejado de que Occidente está dedicando toda su atención a Ucrania, otros pueden hacer lo mismo esta semana.
- «Va a ser duro» –
La votación permitirá evaluar con mayor precisión el grado de aislamiento de Rusia.
Dado lo mucho que está en juego, los partidarios del borrador están haciendo todo lo posible para ganarse a los posibles abstencionistas.
«Va a ser duro. La resolución contra la anexión de Crimea en 2014 había obtenido cien votos. Creo que esta vez tendremos más», dijo un alto diplomático europeo, hablando bajo condición de anonimato, quien estimó entre 100 y 140 votos a favor.
Las dos primeras resoluciones de la Asamblea General contra la invasión rusa, en marzo, obtuvieron 141 y 140 votos a favor, cinco en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y entre 35 y 38 abstenciones.
La tercera, a finales de abril, que suspendió a Rusia del Consejo de Derechos Humanos, resultó en una erosión de la unidad internacional contra Moscú, con muchas más abstenciones (58) y votos en contra (24) frente a 93 votos a favor.
Para el alto funcionario estadounidense, la «medida» de apoyo a Moscú estará entre los que «estarán del lado de Rusia» votando no al nuevo texto.