Según recoge este comunicado, Irving ha sido sancionado por «hacer gestos obscenos en la cancha y dirigir lenguaje inadecuado hacia los espectadores situados en las gradas.» Estos incidentes ocurrieron durante el primer partido de la serie de primera ronda entre Brooklyn y Boston, cuando el All-Star se metió con algunos aficionados de los Celtics.
Irving, quien defendió la camiseta de Boston entre 2017 y 2019 antes de hacer las maletas rumbo a los Nets, compareció ante los medios de comunicación después del partido, a quienes comentó lo sucedido. «Mira, estoy acostumbrado a todas estas payasadas», afirmó el guard. «No es nada nuevo cada vez que entro en este pabellón, pero la misma energía que tienen para mí, la voy a tener yo con ellos.»
Eso sí, Irving quiso recalcar que su reacción está dirigida exclusivamente a aquellos aficionados que le increparon. «No es con todos», continuó el jugador. «No quiero atacar a todos los aficionados de Boston. Cuando comienzan a gritar y decir todas esas cosas, no hay otra cosa que puedas hacer como competidor. Se espera que seamos dóciles y que adoptemos un enfoque humilde pero, j*der, son los playoffs. Así son las cosas.»
Si bien 50.000 dólares supone una cifra ínfima dentro del cuantioso contrato de Irving, cabe señalar que emerge como la cantidad más alta con la que la NBA puede sancionar a un jugador sin abrir la puerta para que este apele la decisión.