En estos momentos hay una investigación abierta por parte de las autoridades ecuatorianas tras la muerte de cuatro tortugas de Galápagos. Según apuntan los medios, se sospecha que estas criaturas gigantes en su especie pueden haber sido cazadas furtivamente por su carne para luego comerlas.
Los encargados de tratar de descifrar qué ocurrió son una unidad especializada en delitos contra el medio ambiente y la vida salvaje. Este departamento abrió una investigación preliminar sobre la supuesta “caza y matanza” de las cuatro tortugas gigantes encontradas en el complejo de humedales del Parque Nacional Galápagos. Y como decíamos, y tal y como apunta Galápagos Conservancy, se cree que las tortugas gigantes pueden haber sido cazadas por su carne.
Una noticia que se produce menos de un año después de que se descubrieran los restos de 15 tortugas Chelonoidis guntheri sacrificadas en un área remota del volcán Sierra Negra en el Parque Nacional Galápagos. Como entonces, se sospecha que estas tortugas gigantes fueron cazadas furtivamente por su carne o caparazones.
Según la Lista Roja de la UICN, en la actualidad hay 15 especies diferentes de tortugas gigantes en Galápagos, la mayoría de las cuales enfrentan alguna amenaza de extinción.
A lo largo de los últimos 200 años, desde que Darwin llegó a las Islas Galápagos y descubriera una gran cantidad de tortugas gigantes, la especie ha ido disminuyendo de forma continua. En ocasiones por las especies invasoras, pero sobre todo y como factor principal por culpa de la caza furtiva por parte de los balleneros y marineros que visitaban la isla. Eran fáciles de cazar y, desafortunadamente para ellas, los humanos desarrollaron un gran apetito por su carne.
Hoy esa disminución ha aminorado gracias a las medidas de conservación, pero siguen existiendo casos como el actual que apuntan a los humanos.