Estas son disquisiciones que caen bien sin importar el día, la ingratitudes un sentimiento que puede llevarnos a deshumanizarnos, algo que no podemos permitir que ocurra nunca.
Por más motivaciones que tengamos, que pueden ser muchas, por encima de toda esa mediocridad que pulula hoy más que nunca, debemos ser conscientes de qué hay quienes nos valoran, no importa cantidad.
Puedo hablar en primera persona, quienes me han hecho o deseado lo peor, se enfrentan a la justicia terrenal, no a mi, pues conscientemente no le he hecho ningún mal a nadie, si cosas buenas, olvidadas rápidamente.
Hago y practico el bien y la humildad y borro esas acciones y aunque espero lo peor de quienes me rodean, no pierdo el tempo esperando que ocurran, ni lamentándolo si suceden.
No presto atención a la chismografía que cada vez tiene más adeptos, me importa lo que hago, no lo que otros puedan pensar que es mi proceder.
Se que a muchos se les hace difícil dar algo material, olvidan su pasado o temen perderlo todo en el futuro, es su forma de vida, es su problema.
Debemos auscultarnos con más frecuencia, ser honestos y descarnados con nosotros, antes que hacerlo con los demás, si lo hacemos será por nuestro bienestar y nos reportará mayores beneficios!