El Gobierno de la India decidió este jueves restringir la importación de harina de trigo, aspirando bajar los precios en el mercado interno. El cambio fue acordado en la reunión del Comité del Gabinete sobre Asuntos Económicos, presidido por el primer ministro Narendra Modi.
En el comunicado, publicado en la web del Ministerio de Comercio e Industria, se afirma que anteriormente el Gobierno no quería «prohibir o imponer restricciones a la exportación de harina de trigo», sin embargo, explica que su nueva postura busca «garantizar la seguridad alimentaria y poner freno a los crecientes precios de la harina de trigo en el país».
Nueva Delhi ya prohibió la exportación de trigo a mediados de mayo, explicando su decisión por la creciente demanda interna, causada por los problemas en las cadenas de suministro, que empezaron tras el conflicto entre Rusia y Ucrania.
La prohibición llevó al aumento de la demanda de harina en los mercados internacionales. En consecuencia, las autoridades indias registraron un crecimiento del 200% en las exportaciones de harina entre abril y julio, respecto al mismo periodo del año anterior. Los medios informan que los precios locales del trigo alcanzaron un récord de 24.500 rupias (306 dólares) por tonelada esta semana.
La India actualmente enfrenta una ola de calor que está destruyendo cosechas. Además, las reservas de trigo del país quedaron agotadas por la distribución de grano gratuito durante la pandemia de covid-19.