Boston Celtics comenzó su gira por la Conferencia Oeste con victoria en uno de los pabellones más complicados, el Chase Center. Los de Ime Udoka bloquearon el ataque de los Warriors y se llevaron una convincente victoria que relanza los ánimos del equipo (110-88). Jayson Tatum y Jaylen Brown brillaron con 26 puntos cada uno, mientras que Marcus Smart agregó 20 puntos y 8 asistencias.
Se podría decir que la defensa de los visitantes condicionó el partido. Golden State anotó solamente 17 puntos en el primer cuarto, 15 en el segundo y 19 en el cuarto. Los Warriors aguantaron gracias a un tercero de 37 puntos, pero los Celtics los dominaron la mayor parte del encuentro. Boston mantuvo a Golden State con un 37,2% de tiros de campo y un 22,9% desde la línea de 3 puntos.
Una de las claves del duelo fue la lesión de Stephen Curry en medio del segundo cuarto. La estrella de los Warriors tuvo que abandonar el partido después de que Smart aterrizase sobre su pierna mientras se lanzaba por un balón dividido. Al entrenador de los Warriors, Steve Kerr, no le gustó la forma en que Smart abordó la jugada y discutieron en medio del partido. A pesar de ello, al finalizar el encuentro se les vio conversando de forma más distendida.
Jordan Poole se disfrazó de Curry en ausencia de la estrella y logró 19 puntos solamente en el tercer cuarto. Los Warriors recortaron distancias para ponerse a solamente 10 puntos de diferencia (79-69) a falta de 12 minutos por jugarse. Sin embargo, Payton Pritchard destrozó a los de la bahía en los primeros minutos del cuarto y Tatum ayudó a cerrar el partido. Incluso Sam Hauser y Nik Stauskas se unieron a la fiesta mientras los Celtics se recuperaban de su derrota ante los Mavericks.