La COVID-19 también afecta a la lactancia materna

En los primeros momentos de la crisis sanitaria, ante sospecha de posible infección y por desconocimiento de los riesgos que podía ocasionar, se optaba por cesar esta modalidad de lactancia. Esta situación, supone un grave problema, ya que tal y como destaca Pilar Costillamatrona en la Clínica IMQ Zorrotzaurre, “la lactancia materna es la mejor forma de alimentar a los recién nacidos y bebés.

Aporta todos los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo físico, proporciona protección frente a muchas enfermedades, favorece el desarrollo cognitivo y establece apego. Esta práctica también reporta grandes beneficios para las progenitoras, como disminuir el riesgo de hemorragia, reducir el riesgo de padecer varios tipos de cáncer, y reforzar el vínculo madre e hijo”.

La matrona realiza estas declaraciones en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna que se celebra del 1 al 7 de agosto. Esta efeméride, que se instauro oficialmente por la OMS y UNICEF en 1992, se celebra en más de 120 países y es la iniciativa social más extendida para la protección, fomento y apoyo de esta modalidad de lactancia. El lema que se ha seleccionado para este año es, ante el impacto de la COVID-19, ‘Proteger la Lactancia Materna: una responsabilidad compartida’.                                            

Lactancia y coronavirus

La medida inicial de separar a madres e hijos ante una posible infección por SARS-CoV-2, se ha modificado en base a la nueva evidencia científica. “Ahora, ante una madre con sospecha o infección confirmada por coronavirus, si la situación y decisión materna así lo permiten, se recomienda el contacto piel con piel y el inicio precoz de la lactancia. En el caso de los bebés más mayores, también se recomienda mantener esta práctica. Ahora bien, será necesario extremar las medidas de protección”.

Respecto a las precauciones necesarias, Costilla apunta que “es imprescindible lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o gel hidroalcohólico antes de tocar al bebé, y utilizar mascarilla mientras se amamanta. Respecto a esta última, es muy importante sustituirla en cuanto se humedezcano reutilizarla y retirársela desde su parte posterior sin tocar la parte frontal. En caso de que se produzca una tos o estornudo, hay que cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo, que debe desecharse inmediatamente y volver a desinfectarse las manos. También resulta clave limpiar y desinfectar regularmente todas las superficies”. DOC.NEWS