La NASA necesita saber qué está pasando con toda la basura que orbita nuestro planeta. La agencia espacial anunció el martes 13 de septiembre que financiaría tres propuestas de varias universidades para comprender mejor los desechos orbitales y la sostenibilidad en el espacio.
Los desechos orbitales son uno de los mayores desafíos a los que se enfrentan las naciones y las empresas que realizan actividades espaciales. Estos desechos consisten en restos hechos por humanos en misiones espaciales anteriores que se han dejado vagando sin rumbo fijo alrededor de la Tierra. La NASA estimó previamente que hay cientos de millones de piezas de escombros en órbita alrededor de la Tierra, y las más rápidas alcanzan velocidades máximas de 28.160 kilómetros por hora. Estos desechos representan una gran amenaza para los objetos útiles y en funcionamiento en el espacio.
Entendiendo esto, la NASA anunció que financiará propuestas de investigación de diferentes equipos universitarios para evaluar los impactos relacionados con los desechos espaciales.
“Los desechos orbitales son uno de los grandes desafíos de nuestra era”, dijo Bhavya Lal en un comunicado. Lal es la administradora asociada de la Oficina de Tecnología, Política y Estrategia de la NASA en Washington, D.C. “Mantener nuestra capacidad de usar el espacio es fundamental para nuestra economía, nuestra seguridad nacional y la empresa de ciencia y tecnología de nuestra nación. Estos presupuestos financiarán la investigación para ayudarnos a comprender la dinámica del entorno orbital y mostrar cómo podemos desarrollar políticas para limitar la creación de desechos y mitigar el impacto de los desechos existentes”.
Las propuestas tienen como objetivo estudiar las cuestiones económicas, sociales y políticas relacionadas con los desechos orbitales. Los proyectos incluyen:
-“Gobernanza del espacio adaptativo y apoyo a la toma de decisiones utilizando modelos ambientales evolutivos fuente-sumidero”, de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts y la Universidad de Texas-Austin.
-“Un modelo de evaluación integrado para constelaciones de satélites y desechos orbitales”, de investigadores de Middlebury College, Universidad de Colorado-Boulder y Secure World Foundation.
-“Comunicación y desechos espaciales: conexión con conocimientos e identidades públicas”, de la Universidad de Florida Central.
El problema de los desechos espaciales se vuelve cada vez más evidente a medida que aumentan nuestras actividades en el espacio. La Agencia Espacial Europea (ESA) también se dio cuenta de esto, anunciando a principios de este año su asociación con Astroscale y OneWeb para desarrollar una nave espacial para capturar satélites fuera de servicio en órbita terrestre baja antes del lanzamiento de una constelación de telecomunicaciones con OneWeb. Alrededor de esa fecha, un motor de cohete ruso que había estado orbitando la Tierra durante 15 años explotó espontáneamente, agregando al menos 16 piezas más de desechos espaciales a la nube en constante crecimiento.
La comunidad espacial está tratando de evitar una escalada del Síndrome de Kessler, en el que la acumulación constante de desechos espaciales podría eventualmente hacer que partes de la órbita terrestre sean inaccesibles. La última acción de la NASA es obviamente una buena noticia y un paso en la dirección correcta hacia la protección de este dominio cada vez más importante.