«Kiko la Quema» desafía a la policía nacional por más de un mes y nadie sabe nada

El presunto criminal José Antonio Figueroa, conocido como «Kiko la Quema», ha logrado eludir a las autoridades policiales durante más de un mes, generando un juego de escondite y persecución. La Policía Nacional, desde el 21 de noviembre, ha desplegado operativos para capturar a «Kiko», quien enfrenta acusaciones relacionadas con homicidios, robos, secuestros, sicariatos, microtráfico de drogas, extorsión, tráfico de armas, invasión de terrenos y lavado de activos.

La banda de «Kiko la Quema» opera principalmente en San Cristóbal, especialmente en su municipio natal, Cambita Garabitos. A pesar de los esfuerzos policiales, «Kiko» parece haberse evaporado, sin dejar rastro alguno.

El 26 de noviembre, una semana después de la activación de la búsqueda, el nombre de «Kiko la Quema» ganó notoriedad tras la muerte a tiros de su presunto lugarteniente, Yunior Rodríguez Rodríguez, conocido como «Pupi el Sicario». Este incidente ocurrió cuando Rodríguez supuestamente confrontó a las autoridades mientras llevaba alimentos a «Kiko» en su escondite.

El presidente Luis Abinader hizo un llamado público el 27 de noviembre instando a «Kiko la Quema» a entregarse. Abinader lo describió como el «más buscado» por los organismos de seguridad, ubicándolo en el primer lugar de la lista de búsqueda.

A pesar de los llamados y la presión de las autoridades, «Kiko la Quema» sigue prófugo de la justicia, sin que se hayan obtenido pistas firmes sobre su paradero. La comunidad de Cambita Garabitos ha sido escenario de operativos intensivos, liderados por la Policía Nacional, aunque hasta el momento no han dado resultados positivos.

Los operativos han sido objeto de críticas por parte de los residentes, quienes han denunciado tácticas «atropellantes» por parte de los agentes, generando tensiones y preocupaciones en la localidad. El alcalde de Cambita Garabitos, José Peña, ha calificado estos operativos como «inteligencia bruta», solicitando prudencia y paz para la comunidad.

Varios residentes del barrio Lucinda, en Cambita Garabitos, han denunciado que los operativos continúan, y los agentes han ingresado a hogares rompiendo puertas en su intensa búsqueda de «Kiko la Quema». Se ha informado de atropellos, golpes y daños a propiedades durante estos operativos.

En un desarrollo reciente, la Oficina de Atención Permanente de San Cristóbal ha impuesto un año de prisión preventiva a dos hombres acusados de pertenecer a una organización criminal liderada por «Kiko la Quema». Entre los detenidos se encuentra Ángel Miguel Figuereo, hijo del prófugo, y el teniente coronel retirado de la Policía Nacional, Elvi de la Rosa de León.

A pesar de los esfuerzos de las autoridades, «Kiko la Quema» continúa desafiando a la justicia, sumergiéndose en un juego prolongado del gato y el ratón con la Policía Nacional.