Kick es el nuevo gallo en el corral de la transmisión de contenidos y quiere dejar claro a su competencia que va muy en serio. El primer aviso para navegantes de la plataforma lo dio firmando contratos multimillonarios con grandes estrellas como xQc, Amouranth y Destiny. Ahora vuelve a la carga atacando a la línea de flotación de Twitch: los creadores de contenido medianos y pequeños.
Primero las ballenas. Hace solo un mes Kick desenterraba el hacha de guerra fichando en exclusiva a xQc, una de las mayores estrellas de Twitch, con un contrato de 100 millones para abandonar Twitch y utilizar Kick como única plataforma desde la que emitir sus contenidos. Tras él fueron otras grandes estrellas como la controvertida Amouranth o el polémico entrevistador Destiny con contratos menos abultados que el de xQc, pero igualmente millonarios.
Y después, los peces. Algunos usuarios no entendieron el movimiento de Kick, por lo que preguntaron en Twitter (ahora X) al cofundador y CEO de Kick si no era mejor diversificar la inversión y en lugar de hacer un contrato de 100 millones, hacer 100 de 1 de millón para atraer a más talento a la plataforma. La respuesta de Ed Craven, no se hizo esperar. El directivo confirmó los planes de la compañía: ofrecer 100 contratos de 1 millón a creadores de contenido con comunidades de tamaño mediano, y de 1.000 contratos de 100.000 dólares para creadores con comunidades más pequeñas. De ese modo la compañía busca incentivar la migración a la plataforma y garantizar que todos reciben un pago justo por su trabajo.
Una estrategia agresiva para competir con Twitch. El directivo de Kick explicó en un podcast que el fichaje de xQc había sido una oportunidad para atraer la atención de los grandes creadores de contenido sobre los beneficios que ofrece la nueva plataforma y un enorme escaparate para los streamers del futuro. Como ya afirmó desde su perfil de X.
El CEO de la compañía reconocía que el verdadero golpe maestro a la competencia vendría ofreciendo un paquete de incentivos para la base de creadores de contenidos que emite desde su plataforma. El primer paso es ofrecer mejores condiciones de monetización por el contenido, que se complementa ampliando los contratos en exclusiva para que más creadores cambien de plataforma para sus transmisiones. Aquí es donde entran en juego los 200 millones de dólares en contratos para creadores con comunidades pequeñas y medianas.
Twitch acusa el golpe. Kick ha apuntado a la línea de flotación de Twitch desde el primer minuto utilizando la monetización de los contenidos como arma arrojadiza. Lo hacía justo en el momento en el que la plataforma de Amazon acababa de subir el porcentaje de reparto de beneficios del 70/30 al 50/50 (salvo para las grandes estrellas que continúan con el 70/30), lo cual causó la indignación de muchos streamers al ver mermado su beneficio.
Sin embargo, Kick ha ofrecido una política de pagos del 95/5 para sus creadores. Es decir, cobran una mayor proporción por cada contenido que en Twitch. Esta política de pagos más ventajosa ha hecho que muchos creadores pequeños y medianos prefieran la nueva plataforma para emitir sus contenidos.
La medida debe haber hecho mella en la plataforma de Amazon que se ha visto obligada a recular y reducir su comisión volviendo al 70/30 para todos. Con esta medida, Twitch se equipara con YouTube, pero continúa siendo menos rentable para los creadores que Kick.