Los miembros del jurado en el juicio de Donald Trump por falsificar documentos contables de su empresa comienzan a deliberar el miércoles sobre si dictarán la primera condena penal de un expresidente de Estados Unidos, una decisión que podría sacudir las elecciones presidenciales de noviembre.
Después de semanas de declaraciones de más de 20 testigos, el foco ahora se desplaza hacia el panel anónimo de doce miembros -siete hombres y cinco mujeres- que tiene el destino de Trump en sus manos.
Tras recibir las instrucciones finales del juez, el jurado se retirará para considerar un veredicto que, sea cual sea, tendrá un impacto enorme en Trump y el país en su conjunto.
El 45º presidente de Estados Unidos (2017-2021) está acusado de falsificar documentos contables de su emporio, la Organización Trump, para ocultar un pago de 130.000 dólares a la exactriz porno Stormy Daniels para evitar un escándalo sexual al final de su campaña presidencial de 2016.
Si Trump es declarado culpable, las repercusiones políticas superarían con creces la gravedad de los cargos ya que, apenas cinco meses antes de las elecciones presidenciales, el candidato también se convertiría en un criminal con condena.
“Fuertes evidencias”
En un día completo de alegatos finales el martes, su equipo defensor insistió en que las pruebas para una condena simplemente no existen, mientras que la fiscalía replicó que por el contrario hay “fuertes evidencias”.
El fiscal Joshua Steinglass presentó los argumentos finales de la acusación después que la defensa del expresidente insistiera en su inocencia y dijera que el caso se basa en mentiras.
Steinglass pidió al jurado “desconectarse del ruido e ignorar las distracciones”.
“Si lo han hecho, verán que se han presentado fuertes evidencias de la culpabilidad del acusado”, afirmó el fiscal.
Para emitir un veredicto de culpabilidad o inocencia se requiere que el jurado se pronuncie por unanimidad. Si no se logra el consenso, el juicio sería nulo.
En caso de ser declarado culpable, el candidato republicano de 77 años podrá apelar y, de todas formas, disputar ante el presidente demócrata Joe Biden las elecciones de noviembre.
Ni fraude ni conspiración
Steinglass habló al jurado después que el abogado de Trump, Todd Blanche, les dijera que el juicio “no es un referéndum de sus ideas sobre Trump” o “sobre a quién piensan votar en 2024”.
Según Blanche, la fiscalía no pudo probar sus acusaciones, y el único resultado debería ser “un veredicto simple y rápido de no culpabilidad”.
“El presidente Trump es inocente”, afirmó.
Blanche dedicó buena parte de su intervención a atacar a Michael Cohen, exabogado y antiguo hombre de confianza de Trump, devenido hoy en su principal acusador.
“No hubo intención de cometer fraude y, más allá de eso, no hubo una conspiración para influir en las elecciones de 2016”, agregó Blanche.
Steinglass respondió que había “una montaña de evidencias” que corroboraban la culpabilidad del expresidente, además del testimonio de Cohen.
En declaraciones a los periodistas antes de entrar en la sala del tribunal de Manhattan el martes, Trump dijo que era un “día muy peligroso para Estados Unidos”.
Trump decidió no testificar en su defensa.
En lugar de ello, aprovechó sus idas al tribunal para afirmar que el juicio es una estratagema demócrata para mantenerlo alejado de la campaña electoral.
Además del caso de Nueva York, Trump ha sido acusado en Washington y Georgia de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020.
De los cuatro procesos que enfrenta el multimillonario republicano, este juicio cobra aún más importancia porque probablemente será el único que ocurra antes de las elecciones.