Los que se la dan de santurrones y creen que su conducta debe ser la norma, sin escudriñar que encierran, critican lo que hacen los demás.
Si tengo la oportunidad y posibilidad, porque voy a rechazar jugar un boleto de Powerball, la súper lotería que celebran varios estados de EUA y que alcanza la cifra histórica de 1,900 millones de dólares.
Que las probabilidades son de 1 en 292.2 millones y, a mi qué, estoy en el globo, como otros cientos de millones y alguien se la sacará y porque no puedo ser yo?
Nuestros gobiernos han acudido a la práctica muy reiterada de imponer impuestos a los vicios: beber, fumar y jugar, aunque hay otros que aún no están regulados.
Y a quien tiene que importarle que otros beban, fumen o depositen sus esperanzas de vida en una lotería y si es en dólares mejor.
Ese es el problema, en sociedades atrasadas, como la nuestra, muchos de los que tienen un titulito universitario, aunque fuera comprado en centros para la tercera edad y con clases virtuales, se cree en el derecho de normar la vida de otros.
En algunas ciudades de nuestro país, se venden estos boletos y también están a la disposición de los internautas varias plataformas para jugar diversas loterías, esta cuesta 2 dólares y el nuevo sorteo será mañana.
Soñar no cuesta nada, el dinero no lo es todo, pero ayuda, eso si, el afortunado, que lo calle, se mude de ciudad, desinterese a la familia directa y a disfrutar, que la vida puede ser muy breve!
Autor: Haime Thomas