Johnny Depp recogerá esta noche «muy honrado» el premio Donostia del festival de San Sebastián que le otorgará el director del certamen José Luis Rebordinos a su extensa trayectoria, pero antes se ha reunido por la tarde con los medios para hablar de su carrera, que abarca ya casi 40 años. La organización ha avisado antes de dar comienzo la rueda de prensa que solo se hicieran preguntas de índole profesional.
Depp, de 58 años, ha llegado inusualmente puntual a la cita ataviado con un pañuelo en la cabeza y un sombrero y luciendo a la vista sus característicos anillos y tatuajes. Pese a que no se permitían cuestiones en torno a la polémica suscitada por el galardón – la Asociación de Mujeres Cineastas criticó el reconocimiento recordando que el actor está enfrascado en varios procesos judiciales originados en acusaciones de maltrato por parte de su exmujer, Amber Heard- , Depp sí ha expresado su opinión sobre la llamada cultura de la cancelación que afecta a algunas figuras cuya imagen pública se ha visto cuestionada.
«Nadie está a salvo. Ninguno de vosotros, ni nadie fuera de aquí porque lo único que hace falta es que alguien diga una simple frase y la tierra desaparece bajo tus pies», ha asegurado tomándose su tiempo. «Pero si tienes la verdad de tu lado es todo lo que necesitas. No importa si al juzgarte se han tomado ciertas licencias artísticas. Cuando haya una injusticia contra ti o alguien que amas o en quien crees, levántate y no te quedes callado», ha añadido.
Depp ha manifestado que «Hollywood no es lo que fue ni lo que pretende ser», aunque afirma que su propósito al aprender el modo de funcionamiento de la industria ha sido precisamente no tener que jugar a su juego sino esquivarlo. El intérprete de Kentucky ya visitó el Zinelmadia el año pasado, donde presentó ‘Bebiendo con Shane MacGowan’, película con la que obtuvo el Premio Especial del Jurado. «Me encanta regresar a esta ciudad, es un lugar que respeto y quiero porque el festival de San Sebastián es un festival de cine real», ha dicho.