El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, condenó enérgicamente el asesinato de tres afroamericanos a manos de un hombre blanco en Jacksonville, Florida. El ataque ocurrió en una tienda de la cadena Dollar General y está siendo investigado como un posible crimen de odio y extremismo violento. Las víctimas incluyeron a Angela Carr, de 52 años, quien fue asesinada en su vehículo frente a la tienda, A.J. Laguerre, de 19 años, un trabajador del negocio que fue tiroteado mientras intentaba escapar, y Gerrald Gallion, de 29 años, quien fue disparado al entrar al establecimiento.
Biden expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y destacó la importancia de abordar el problema del supremacismo blanco en Estados Unidos. Subrayó que no hay lugar para el supremacismo blanco en el país y enfatizó que todos deben unirse para rechazar el odio y la violencia racial.
El atacante, Ryan Palmeter, de 21 años, llevó a cabo el tiroteo utilizando un fusil largo y una pistola, y luego se suicidó. Dejó manifiestos a su familia que revelaban su ideología racista y odiosa. Las autoridades han afirmado que el tiroteo tuvo una motivación racial y que Palmeter tenía un profundo odio hacia los afroamericanos.
Este trágico evento ha reavivado el debate sobre la regulación de las armas de fuego en Estados Unidos. Biden ha hecho repetidos llamados al Congreso para que prohíba los fusiles de asalto, pero hasta ahora no ha tenido éxito en lograr esa prohibición.
Este incidente se suma a una serie de actos violentos motivados por el odio racial y destaca la necesidad de abordar la discriminación y la violencia en todas sus formas en el país.