Jeff Goldblum regresa como el doctor Ian Malcolm en “Jurassic World”

Solo hay una persona que, en medio de una enorme película distópica de dinosaurios, puede decir un diálogo como “eso es una locura”, con el ritmo y la inflexión correcta.

Por casi tres décadas, Jeff Goldblum ha interpretado al doctor Ian Malcolm con un garbo especialmente propio, especialmente Goldblumniano. El estiloso teórico del caos de las películas “Jurassic Park” (“Parque Jurásico”) y “Jurassic World” (“Mundo Jurásico”), Goldblum es la voz de la razón y un alivio cómico a la vez.

Es alguien que se adentra en lo impredecible de la naturaleza y se maravilla al ver sus teorías en acción, incluso si esto representa un peligro inmediato para él.

Es uno de los personajes más conocidos del actor de 69 años. Y a pesar de esto, incluso en grandes películas como “Jurassic Park” o “Independence Day” (“Día de la Independencia”), Goldblum tiene un ritmo tan particular e imitado, que nunca ha sido especialmente definido por esos papeles.

Es más como si Goldblum le pusiera su propio giro idiosincrático a ellos, como si marcara los personajes, en vez de que sea al revés. La vida encuentra su cause en “Jurassic Park” al igual que Goldblum.

En la película “Jurassic World: Dominion” de Colin Trevorrow, que se estrena en Estados Unidos el jueves, tras debutar la semana pasada en México a donde viajó Goldblum para una premiere, el actor, junto con los miembros originales del elenco Laura Dern y Sam Neill, regresa para cerrar la segunda trilogía de la franquicia en una gran aventura que se desarrolla en un futuro cercano donde los dinosaurios se han esparcido por el mundo, al igual que una plaga de langostas gigantes que están creando un desequilibrio ecológico.

Para Goldblum, quien es hijo de un médico y anfitrión de la serie de Disney+ “The World According to Jeff Goldblum”, los temas de la película encajan perfecto con algunas de sus curiosidades e intereses sobre cómo podríamos, dice, “mejorar nuestra custodia del planeta”.

“No sé nada de lo que estoy hablando, pero digamos la palabra ‘entropía’ y ‘sistemas’ y cómo las cosas se desmoronan”, dijo Goldblum, desde Londres.

“Antes de que la mariposa salga de la crisálida, la oruga tiene algunas convulsiones, convulsiones caóticas, pero no está necesariamente muerta. Está al comienzo de la transformación”.

El caos y la armonía suelen aparecer prominentemente en la mayora de las conversaciones con Goldblum, un obstinado cuentacuentos a tono con el universo. Suele hablar como si narrara el trabajo interno de su cerebro en tiempo real, llegando por aquí y por allá a ideas sobre las que vale la pena hacer una pausa y saborear y a epifanías existenciales que lo deleitan.

Una pregunta, por ejemplo, sobre si los nombres de sus pequeños hijos — River Joe y Charlie Ocean — sugieren algún toque ecológico lleva a Goldblum a todo un discurso sobre la salud ambiental de los océanos, recaudar fondos para Oceana, la canción “Moon River” (que Goldblum, quien es todo un pianista, dice que su banda podría grabar pronto), a “Let the River Run” de Carly Simon, la película “Working Girl” (“Armas de mujer”), la biografía de Mike Nichols escrita por Mark Harris y a un viaje en balsa por el río Kern.

“El agua es vida ¿no?”, dice Goldblum. “Si ellos se quisieran quitar el Goldblum y simplemente usar River Joe, eso suena evocador para mí, suena como un buen personaje.

O Charlie Ocean. Me gustan los dos. No hay nada de malo con Goldblum, pero si ellos lo quieren cambiar estoy bien con eso”.

Ya sea a través de la experiencia (las primeras películas de Goldblum incluyen dos con el actor improvisador Robert Altman, “un garabato mareado de artista”, dijo) o práctica (Goldblum reconoce a su maestro de actuación Sandy Meisner por imbuir en él “una continuidad de exploración”), Goldblum ha llegado a su ritmo único y a su estado perpetuo de curiosidad.

“Al comienzo del día me recuerdo: Asociación libre, flujo de conciencia, presteza perceptual y apertura”, dice Goldblum. “Todo este negocio de la actuación y la música parece ser, más que nada, una invitación a abrirse. Abrirte en ambas direcciones. No sólo lo que está alrededor de ti en tu recepción, sino también en tu dar, en reaccionar y ofrecer algo”.

Tras coprotagonizar “Jurassic Park”(“Parque Jurásico”) y su secuela de 1997 “The Lost World” (“El mundo perdido”), Goldblum retomó a Ian Malcolm en “Jurassic World: Fallen Kingdom” (“Jurassic World: El reino caído”) de 2018 en la que su personaje testifica ante el Congreso de Estados Unidos. Malcolm recomienda dejar que un volcán en erupción determine el destino de los dinosaurios en Isla Nublar. A Goldblum le encantó.

“Estaba lleno de jugo”, dijo. “Estaba en esta trivialidad de diversión, en la que a veces entro”.

Trevorrow, quien ha coescrito la trilogía y dirigió la primera y la tercera entrega, trabajó primero con Goldblum en un anuncio de Jeep con temática de “Jurassic World” para el Super Bowl. Goldblum no era lo que esperaba.

“Pensarías que usa netamente la improvisación y quizá sea algo voluble”, dijo Trevorrow. “Pero en esta película, simplemente lo veía caminando al jardín en el hotel en el que estábamos quedándonos para revisar nuevamente sus guiones una y otra vez para lograr una interpretación muy precisa y considerada”.

La producción de “Jurassic World: Dominion” se detuvo en 2020 por la pandemia. Cuando reinició la filmación, el estudio rentó un hotel en Inglaterra cerca de los Estudios Pinewood para el elenco y el equipo de producción. A veces Goldblum tocaba el piano con sus compañeros de reparto y Trevorrow, “musicales y música folclórica”, dice Goldblum. Dern publicó un video de ella, Neill y Goldblum cantando “Blackbird” de los Beatles.

“Es un hombre hermoso”, dijo Trevorrow. “Teníamos conversaciones realmente profundas sobre su perspectiva acerca de dónde estamos. Había profundidad en todo eso, en serio, tratándose de la experiencia de hacer la película y pasar por la pandemia juntos”.

Para el elenco de “Jurassic World: Dominion” y sus realizadores, hacer una película sobre la resistencia de la naturaleza ante los desastres de la humanidad durante la pandemia cobró resonancia en el mundo real. Como en la película, el mundo podría estar acabándose, pero Goldblum se mantiene con ánimo.

“¿Qué otra cosa puedo hacer?”, dijo Goldblum. “Siendo un devoto de Sandy Meisner, soy un romántico del credo del ensamble y la sinergia, y de, como esta película lo retrata, lo que la gente educada, inteligente y a la que le preocupan profundamente las cosas, incluso a unos pocos de ellos, puede hacer junta en un momento crucial.

A veces incluso pueden derrotar a las fuerzas de la ignorancia, corrupción y codicia y mantener el balón del homo sapiens rodando un poco más. Quizás”.