El aislamiento a los antivacunas en Italia continúa. Después de arrinconarlos de la vida pública al no dejarles entrar en bares, restaurantes, o cualquier evento de ocio o social, ahora el Ejecutivo ha decidido ir un paso más allá y blindarse ante la ola de covid que sacude Europa imponiendo una cuarentena de cinco días a los viajeros provenientes de un país comunitario que no estén vacunados.
La medida, que entrará en vigor el 16 de diciembre y se extenderá hasta el 31 de enero, también obligará a todos los que entren al país –incluso a los vacunados– a presentar una prueba negativa de coronavirus en su llegada, con lo que Roma sigue a otros estados miembros como Portugal que ya lo exige.
Además, el Gobierno de Mario Draghi ha vuelto a prorrogar el estado de emergencia para hacer frente a la pandemia, que expiraba el 31 de diciembre, hasta el 31 de marzo. Este país lo aprobó por primera vez en enero del 2020, cuando una pareja de turistas chinos resultaron los dos primeros positivos de covid en Italia, cuando todavía no eran conscientes de lo que estaba por venir. Desde entonces ha estado en vigor.
Se trata de un instrumento jurídico mediante el cual el Ejecutivo puede agilizar los procedimientos, y que permitió adoptar decisiones importantes como confinar ciertas regiones o restringir los movimientos. Desde el principio ha generado muchas críticas, ya que centraliza el control de la crisis en el Gobierno y permite que en ciertos casos se salte el paso por el Parlamento.
En esta ocasión ha habido un fuerte debate sobre si era necesario extenderlo, ya que teóricamente solo permite su vigencia durante un máximo de 24 meses. Según fuentes conocedoras del asunto, al final el Ejecutivo ha optado por hacerlo debido al invierno y a la llegada de la variante ómicron. Su prolongación implica también la del pase covid para ir a trabajar, un requisito en vigor desde el 15 de octubre y en principio vinculado al estado de emergencia.
De no prorrogarlo, el Gobierno debía reorganizar y delegar parte de la gestión de la pandemia y de la campaña de vacunación, que ahora está todo bajo los mandos del general Francesco Paolo Figliuolo, comisario extraordinario para la crisis sanitaria.
“La covid es todavía un desafío”, ha avisado el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, advirtiendo que los contagios no sólo están creciendo en Europa sino también en Italia. En las últimas 24 horas ha habido más de 20.000 contagios en el país y 120 muertos.