Migrantes, que ya tienen 14 días varados en el Los brazos abiertos, tienen un mínimo de seis países europeos dispuestos a acogerlos. Pero esa oferta no fue suficiente este jueves para que Italia permitiera atracar el barco de bandera española, que se mantuvo a poca distancia del puerto de la isla italiana de Lampedusa, esperando la orden final para resolver la crisis. Esa orden no llegó este jueves. Para aumentar la presión sobre la persona responsable del cierre de los puertos italianos, el ministro del Interior, Matteo Salvini, el jefe de gobierno, Giuseppe Conte, informó que España, Portugal, Francia, Alemania, Rumania y Luxemburgo participarán en la distribución. de migrantes.
España se encargará de una parte de los náufragos rescatados que aún permanecen en Open Arms, como EL PAÍS dijo el jueves y confirmó La Moncloa horas después. Además de los otros cinco países que ya se han comprometido a participar en este esquema voluntario, otros estados europeos están estudiando la adhesión, explican fuentes del gobierno. Las conversaciones, que aún están en curso, han tenido la coordinación informal de la Comisión Europea. Bruselas no ha abierto un proceso formal porque ningún Estado lo ha solicitado.
La fórmula de distribución sobre la solución a la crisis de Los brazos abiertos, bloqueado en el mar durante dos semanas porque los puertos europeos más cercanos a su posición (Italia y Malta) hasta ahora han negado el permiso para desembarcar. 138 extranjeros rescatados permanecen en el barco de bandera española cuando naufragaron en el mar, después de salir de Libia. Cuando llegaron a aguas italianas, había 147, pero este jueves por la tarde, nueve (cinco pacientes más sus compañeros) fueron evacuados por razones médicas. El resto continúa con incertidumbre.
El papel de Italia en este esquema aún no se ha determinado. El país será responsable, como mínimo, del aterrizaje, que se espera que ocurra en las próximas horas, y de todas las tareas asociadas con la primera recepción de extranjeros. Pero también es probable que al menos algunos de ellos (aquellos que requieren atención médica o los más vulnerables) permanezcan en territorio italiano.
Conte detalló los países dispuestos a acoger en una carta abierta muy dura dirigida a su ministro del Interior, Matteo Salvini, quien reprocha el cierre mostrado al momento de abrir los puertos italianos. "Una vez más, mis homólogos europeos se acercan", elogió la carta, publicada en su cuenta de Facebook. Con esas palabras, Conte intentó acentuar su perfil como estadista y distanciarse del tono populista del ministro del Interior.
Conte y Salvini
El bloqueo de Los brazos abiertos frente a la costa de Lampedusa en medio de una crisis política, ha colocado la tormenta perfecta sobre Italia y ha dividido aún más al Gobierno del Movimiento 5 Estrellas y la Liga. El ala de la grillinos El Gobierno ha tratado de neutralizar la posición de hierro de los puertos cerrados para las ONG Salvini, cada vez más solo en el Ejecutivo.
En esta carta abierta inusual, Conte reprochó a Salvini su "obsesión" con "los puertos cerrados" y lo acusó, con una firmeza sin precedentes, de actuar "injustamente" en asuntos de inmigración. También lo reprochó por tratar de tergiversar la posición del Primer Ministro, quien el miércoles le pidió al jefe del Interior que ofrezca asistencia urgente, "respetando las leyes vigentes", a los treinta menores que están a bordo del Los brazos abiertos
El líder de la Liga de ultraderecha respondió, también a través de Facebook, y reafirmó su negativa a permitir el aterrizaje. "Conmigo, los puertos están y permanecerán cerrados para los traficantes y sus cómplices extranjeros", dijo, insistiendo en su mantra habitual de que las ONG colaboran con los traficantes de personas, a pesar de que hasta ahora ninguna de las investigaciones judiciales que se han abierto en Italia ha encontrado evidencia al respecto.
Después de que un tribunal italiano permitió la entrada a Los brazos abiertos En aguas territoriales, el ministro Salvini, prisionero de la rabia, anunció al amanecer que había firmado una nueva directiva para prohibir la entrada al barco español, pero los ministros de Transporte y Defensa, cercanos al Movimiento 5 Estrellas, que hasta ahora, aunque con ligeras discrepancias, habían seguido las pautas de Salvini, se negaron a validar el documento y, sin su firma, no tiene valor.
La ministra de Defensa, Elisabetta Trenta, apeló a una cuestión de "humanidad". "Nunca debemos olvidar que detrás de las controversias de estos días hay niños y jóvenes que han sufrido violencia y abuso de todo tipo", dijo. El ministro de Transporte, Danilo Toninelli, pidió intervenir para proteger a los menores y pidió a Europa y en particular a España "que asuman sus propias responsabilidades". Ninguno de estos movimientos permitió descubrir la situación.