Jerusalén (EFE).- El Ejército israelí defendió este sábado su ataque contra la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza, dirigido contra el jefe militar de Hamás en el enclave y en el que murieron más de 90 personas, según las autoridades sanitarias gazatíes.
“Estábamos atacando a terroristas. Estábamos atacando a los comandantes de Hamás de mayor rango, que fueron cabecillas de los ataques del 7 de octubre”, dijo un funcionario israelí en un encuentro con la prensa, sin entrar a valorar las cifras de víctimas publicadas en las últimas horas por las autoridades palestinas.
El ataque tuvo lugar en el área de Mawasi al oeste de la ciudad de Jan Yunis, designada “zona humanitaria” por las fuerzas israelíes al comienzo de su operación en la localidad sureña de Rafah, a principios de mayo.
Con todo, los militares israelíes insistieron en que el lugar atacado era un complejo de Hamás ubicado en una zona abierta, rodeado de árboles y edificios, y no en las tiendas de campaña de Mawasi, donde residen miles de desplazados.
Según el Ejército, en el complejo se congregaban un gran número de milicianos, entre ellos Rafaa Salameh, comandante de la brigada de Jan Yunis.
Hamás lo niega
El grupo islamista palestino, por su parte, negó que el ataque tuviera como objetivo a ninguno de sus líderes.
“Esta no es la primera vez que la ocupación asegura atacar a líderes palestinos y resulta después que ha mentido, y estas falsas alegaciones se usan para tratar de encubrir la escala de la horrible masacre”, dijo el grupo en un comunicado.
Deif, comandante de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, está considerado el número dos del grupo en la Franja de Gaza, por detrás solo de Yahya Sinwar, y uno de los principales responsables de los ataques del 7 de octubre.
Lleva en la lista de los más buscados de Israel desde la década de los noventa, y se le responsabiliza de planear y ejecutar numerosos ataques terroristas.
Suben a 90 los muertos y al menos 300 heridos
Hamás condenó de manera enérgica el ataque, que calificó de una “peligrosa escalada en la serie de crímenes y masacres” de Israel en Gaza.
El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, controlado por Hamás, subió a 90 el número de muertos en el ataque israelí contra la zona humanitaria de Mawasi, en el sur de la Franja de Gaza, para eliminar al jefe militar del grupo islamista en el enclave, Mohamed Deif.
El organismo dijo que la mitad de los fallecidos son niños y mujeres, y que el bombardeo dejó además 300 heridos, algunos en estado crítico.
De momento se desconoce el paradero de Deif o de Salameh, o si fueron alcanzados en el bombardeo israelí.
A pesar de la designación del área como “zona humanitaria”, y de que regresar a Rafah es imposible por la intensidad de los combates en la localidad, el Ejército ya ha atacado varias veces objetivos en Mawasi.
En plenas negociaciones
El ataque se produce en pleno impulso de los mediadores a las negociaciones indirectas entre Hamás e Israel para lograr un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza que sirva para liberar a los rehenes israelíes que aún permanecen secuestrados en el enclave.
En declaraciones al medio israelí Haaretz, Einav Zengauker, madre de uno de los rehenes, dijo que si el primer ministro, Benjamín Netanyahu, aplazó la posibilidad de alcanzar un acuerdo para asesinar a Deif, eso significa que ha abandonado a su hijo y al resto de secuestrados.
“Todos estamos de acuerdo en vengarnos de los asesinos de Hamás, pero no a expensas de la vida de nuestros seres queridos o de la posibilidad de traerlos de vuelta a casa”, aseguró.
Está previsto que esta tarde llegue a Jerusalén una caravana de manifestantes, muchos de ellos familiares de los rehenes israelíes en Gaza, que lleva cuatro días caminando para exigir al Gobierno un acuerdo de alto el fuego con Hamás.
Los manifestantes culminarán la protesta frente a la residencia de Netanyahu en la ciudad, donde pedirán además la convocatoria de elecciones anticipadas.
17 muertos en Ciudad de Gaza
Más allá del ataque en Mawasi, el Ejército israelí continuó con su ofensiva en distintos puntos de la Franja de Gaza, donde ya han muerto 38.443 personas, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad gazatí.
Al menos 17 personas perdieron la vida y una veintena resultaron heridas hoy en un ataque contra una mezquita en el campamento de refugiados de Shati, cerca de Ciudad de Gaza, en el norte de la Franja.
Según fuentes locales, las víctimas se encontraban rezando en el momento del ataque.
En las últimas 24 horas, los hospitales del enclave registraron 61 muertes y 129 heridos en ataques israelíes.
Netanyahu dice que aún no hay certeza sobre la muerte de Deif
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó que “aún no hay certeza” sobre la muerte del jefe militar de Hamás en Gaza, Mohamed Deif, en un ataque dirigido contra él en Mawasi, zona humanitaria en el sur de Gaza.
“Aún no tenemos absoluta certeza sobre la muerte de Deif y su mano derecha, Rafaa Salameh”, afirmó en rueda de prensa Netanyahu, que autorizó la operación tras recibir inteligencia de que no había rehenes isrelíes en la zona.
El mandatario israelí dio una inusual rueda de prensa este sábado por la noche en Tel Aviv mientras en Jerusalén, donde se encuentra su residencia oficial, miles de personas protestaban para exigir un acuerdo de alto el fuego con el grupo islamista que permita liberar a los rehenes israelíes en el enclave.
Durante la protesta, Andrey Kozlov, uno de los cuatro israelíes rescatados en una operación del Ejército en Gaza que se saldó con la muerte de más de 200 palestinos, habló por primera vez desde su rescate para agradecer a Netanyahu que lo salvara, pero también para pedir que firme un acuerdo para traer de vuelta al resto de secuestrados.
El Ejército de Israel, “el más moral del mundo”
Netanyahu, por su parte, aseguró que no está postergando el acuerdo, después de que algunos medios israelíes publicaran que el mandatario está proponiendo nuevas exigencias y endureciendo el tono deliberadamente para evitar un pacto.
El primer ministro aseguró que es Hamás quien trata de introducir nuevas exigencias, y defendió que no se moverá un ápice de la propuesta de acuerdo anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden.
Con todo, insistió en que la guerra en la Franja de Gaza no acabará hasta que Israel no cumpla todos sus objetivos, que pasan por eliminar las capacidades de gobierno de Hamás en el enclave.
En un comunicado, el líder opositor Benny Gantz, que hasta hace poco era miembro con derecho a voto del ya disuelto Gabinete de Guerra israelí, dijo que la responsabilidad de cualquier víctima colateral durante el ataque contra Deif de este sábado es únicamente de los islamistas.
“El Ejército de Israel es el más moral del mundo”, dijo Gantz, favorito en las encuestas para liderar un Gobierno alternativo al de Netanyahu, en un comunicado en el que criticó a la cúpula de Hamás por esconderse entre la población civil de Gaza, poniéndola en peligro.