La reina Isabel II apareció en plena forma el jueves, mostrando una amplia sonrisa y posando sin bastón, al recibir en el castillo de Windsor al presidente suizo, lo que da seguridad sobre su estado de salud a medida que se acercan las festividades previstas en junio por sus 70 años de reino.
La monarca, que festejó su cumpleaños 96 la semana pasada en privado, posó para los fotógrafos con el presidente Ignazi Cassis y su mujer, en el castillo de Windsor, situado a unos 40 kilómetros de Londres, donde vive desde la pandemia.
Vestida con una falda de seda azul y gris con motivos floridos, no tenía el bastón con el que ha aparecido en varias ocasiones en las últimas semanas.
Cuatro días de celebraciones muy esperadas son previstas a inicios de junio para celebrar su «jubileo de platino».
Ella misma confió a mediados de febrero que «no se podía mover», mostrando su pierna izquierda en una audiencia en Windsor.
Desde una breve hospitalización en octubre, les apariciones de Isabel II se volvieron muy escasas, incluso aunque sigue asumiendo «tareas ligeras», la mayoría de las veces por visioconferencia.
El 29 de marzo asistió a la Abadía de Westminster a una ceremonia religiosa en homenaje a su marido el príncipe Felipe, muerto el año pasado. Era su primera gran aparición pública desde hace meses.
Según el palacio de Buckingham, la soberana espera poder asistir el 10 de mayo a la ceremonia de la apertura del Parlamento británico, una cita anual a la que solo falto dos veces en 70 años de reinado.